Que el fútbol está penetrando en el ánimo de los chinos es un hecho. Por primera vez en la historia tienen a su selección en una fase final. Sin embargo, la pasión que despierta el fútbol también está provocando los problemas que otros países viven desde hace años y en primer lugar, los que se desprenden de la violencia asociada al balompié.

Así, un total de 25 hinchas chinos fueron detenidos el pasado fin de semana en el sudeste del país por participar en diversos altercados durante la retransmisión del partido entre Brasil y China sobre una pantalla gigante pública, según informa la prensa del país. Al parecer, la pantalla sufrió una avería, lo que provocó la frustración de los aficionados, que la emprendieron a golpes.

El diario Haixia explica que una parte de ellos tendrán que comparecer ante la Justicia mientras que el resto serán sancionados con multas por haber participado en los incidentes.

Los altercados, que no han ocasionado víctimas, estallaron el pasado sábado después de que la pantalla gigante que retransmitía el partido en directo en la plaza Primero de Mayo de Fuzhou sufriera una avería.

Según un sitio web chino, varios miles de aficionados furiosos hicieron volcar vehículos de la Polícia, dañaron motos, autobuses, cabinas telefónicas y señales de tráfico, antes de finalmente ser detenidos por un centenar de policías antidisturbios.

China había perdido contra Brasil (4-0), una derrota que marcó el final de toda esperanza china en el Mundial.