El Deportivo dijo adiós a la Champions en un gran escenario y ante un rival que se mostró superior, pero al menos dio la cara y nunca dejó de intentarlo. El Depor, más ofensivo que nunca, no pudo hacer los tres goles que necesitaba para culminar su milagro y el Manchester cumplió sin despeinarse con lo previsto.
Ante las bajas de Mauro Silva y Sergio para el centro del campo, Javier Irureta decidió colocar a Valerón junto a Duscher y a Djalminha en el puesto de enganche. En los primeros minutos se respiraba la tensión de la cita, el campo a rebosar y la hinchada inglesa no daba un minuto de respiro al equipo español. El recibimiento a Tristán consistió en un constante abucheo cada vez que cogía la pelota. Pero la presión no descompuso al Deportivo y la ocasión más clara fue para los blanquiazules, pero cuando Tristán se quedaba solo en el área, se trabó y dio tiempo a Barthez para que respondiera.
Ferguson, que finalmente pudo contar con Butt una vez superadas sus migrañas, tuvo que deshacer rápidamente sus planteamientos iniciales, ante la lesión que sufrió su estrella, David Beckham. Su puesto lo ocupó Solskjaer, que nada más pisar el campo marcó un gol. Verón sacó una falta y el noruego entró fuerte desde atrás y batió a Molina.
Sin remate. Era el minuto 20 y lo mejor del Depor es que no perdió la compostura, pues estaba mentalizado de que necesitaba tres goles, aunque el Manchester marcara. Valerón y Djalminha comandaban los ataques deportivistas, pero faltaba definición y decisión en los últimos metros. Tristán estaba muy vigilado por Johnsen y Blanc. El Manchester seguía a lo suyo, esperando las prodigiosas apariciones de Ruud van Nistelrooy y la velocidad de Ryan Giggs. Pero allí estaba Héctor para salvaguardar el honor del Deportivo. El de Almería dio todo un recital de colocación y anticipación. Le sacó un balón a Giggs cuando ya iba a rematar a gol.
Pero hubo más imprevistos para Ferguson, que en el 36 vio como se marchaba Johnsen lesionado y el Depor recibió con una sonrisa la entrada de Brown, el central que falló en el gol de Sergio en el partido de la primera fase. Y las esperanzas deportivistas no se hicieron esperar. Romero se internó por la línea de fondo y Blanc, al intentar despejar el balón, marcó en propia puerta.
El gol calló momentáneamente Old Trafford y animó al Deportivo, pero el rival ni se inmutó. El Manchester tiene motivos para confiar en sus individualidades. Si la agarran Van Nistelrooy, Giggs o Solskjaer, el peligro está asegurado. El milagro del Deportivo duró poco tiempo. Nada más salir del vestuario se encontraron con otro gol del noruego, que se internó por la banda izquierda como por el pasillo de su propia casa.
Ahí se acabó la aventura deportivista en Europa. Y para colmo de males, Scaloni vio su segunda amarilla por protestar y dejó al equipo con diez y la imposible misión de hacer tres goles más. Los tres los hizo el Manchester, el tercero obra de su mejor jugador, Giggs, que para celebrar el tanto enseñó el brazalete de capitán.
El Depor quería irse de Europa con la cabeza alta y lo siguió intentando. A pesar de jugar con nueve, debido a una nueva expulsión, de Duscher, dio la cara. Con todo resuelto, Djalminha sacó una falta desde la frontal que rebotó en la barrera y se coló en la portería de Barthez, pero el gol sirvió de poco.
El detalle
Charla de Irureta y Ferguson. Al final, triunfó la concordia en Old Trafford. Cuando se terminó el partido, los jugadores de ambos equipos se saludaron sobre el césped e incluso los técnicos, Javier Irureta y Alex Ferguson, se dirigieron hacia el túnel de vestuarios entablando una larga conversación entre risas.
