Roberto Carlos: "Sólo con las críticas conseguimos crecer"

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Roberto Carlos: "Sólo con las críticas conseguimos crecer"

Roberto Carlos, que días antes había definido el duelo con Venezuela como "el partido de nuestra vida", se guardó como recuerdo el balón.

Roberto Carlos, lateral izquierdo del Real Madrid, cumplió su sueño de jugar con Brasil el último partido de las eliminatorias del Mundial del 2002 y, aunque no tuvo la brillantez de otras veces, aportó experiencia y seguridad para el triunfo por 3-0 sobre Venezuela.

La prensa brasileña, que califica hoy con una nota media de 6,5 su actuación en el partido, señala que el lateral, pese a que no estuvo muy destacado, tampoco dio facilidades a los venezolanos, apoyó con discreción el ataque y ensayó algunas veces su potente remate frente al arco de Dudamel.

El partido de anoche se había convertido casi que en una obsesión para el madridista desde que sufrió una inflamación rotuliana que le dejó fuera, no sólo del encuentro de Brasil contra Bolivia, sino también del más reciente derby con el Barcelona.

La polémica con los médicos del Real Madrid, que se mostraron contrarios a su alineación con la "verde-amarela", y la urgente necesidad de Brasil de vencer a la encopetada Venezuela, aumentaron la determinación de Roberto Carlos, quien, pese a su veteranía, fue uno de los más entusiasmados en las celebraciones.

"La clasificación fue sufrida. Quiero agradecer a todos los brasileños que sufrieron con nosotros y a las personas que nos criticaron, pues sólo con las críticas conseguimos crecer", dijo al terminar el partido con Venezuela.

Roberto Carlos, que días antes había definido el duelo con Venezuela como "el partido de nuestra vida", se guardó como recuerdo el balón que rodó anoche en el estadio Castelao, de Sao Luis, capital del estado Maranhao.

"Esta bola siempre será recordada como la del partido que dio a Brasil el paso a la Copa del Mundo", dijo emocionado a los periodistas tras arrebatar el balón a un jugador venezolano que lo tomó en sus manos cuando el árbitro dio el pitido final.

Después del partido, el lateral izquierdo y su compañero, el capitán Emerson, actuaron como portavoces del grupo de jugadores para declarar ante la prensa que la clasificación fue un mérito del criticado técnico Luiz Felipe Scolari, cuya continuidad frente al equipo fue puesta en duda en los últimos días.

Ya en el avión que trajo al equipo de Sao Luis a Sao Paulo, Roberto Carlos volvió a mostrar su satisfacción y, ante las cámaras de televisión, brindó con champaña por un triunfo del cual estuvo a punto de quedar marginado.