Justo una semana antes a su debut contra el Zaragoza (concretamente el 22 de octubre de 1994), el entonces técnico del Real Madrid B, se lo llevó convocado a Palamós.
Raúl jugó como titular, en lo que significó su primer y único partido en Segunda División. El filial madridista no pudo con el conjunto catalán y cayó derrotado por 2-1. Desde aquel día la vida de Raúl dio un vuelco. Dos semanas después, la Bota de Bronce de este año marcó su primer gol en Liga ante el Atlético.