Seis Sueños

El fútbol, en realidad, es así

El deporte nos interesa tanto, en buena medida, porque vemos en él mucho más que deporte. “Es un paradigma de la vida, ¿no?, si no, ¿a quién le importaría un carajo?”, escribe Richard Ford para uno de los personajes de su novela El periodista deportivo (Anagrama, 1986). Una temporada de fútbol no es solo una sucesión de partidos. Es también una sucesión de momentos emocionales, de altibajos que pueden comprobarse en el juego de un equipo, en las declaraciones de un entrenador o en los cánticos de la grada. Tan fácil o difícil de detectar y con tantos matices como el estado de ánimo de un amigo o el de uno mismo. Pero rara vez se llega en el fútbol al fondo de la cuestión, a la vida misma de los protagonistas, a ver, como si de un amigo se tratara, qué están haciendo en su día a día y qué pasa por sus cabezas.

El balón empieza a rodar

Tres jugadores, un entrenador, un director deportivo y una presidenta. Una temporada y seis sueños distintos. Six Dreams es la primera producción original de Amazon Prime Video en España. Una serie documental que refleja, a través de sus protagonistas, todos los aspectos del trabajo y la vida de los principales actores del mundo del fútbol. Con muy poca mediación, sin entrevistas, sin artificios. Bajo la dirección y el guión de Justin Webster, documentalista autor de FC Barcelona Confidential o El fin de ETA.

“Hemos querido hacer no ficción con elementos narrativos de la ficción. Apenas intervenimos, no hay trucos. Hay autenticidad, veracidad, y el descubrimiento de unas personas poliédricas, emocionales, con distintas psicologías, que viven dentro de la máquina que es el fútbol”, cuenta el realizador británico. Las temporadas de Eduardo Berizzo (entonces entrenador del Sevilla FC), Andrés Guardado (volante del Real Betis), Saúl Ñíguez (centrocampista del Atlético de Madrid), Quique Cárcel (director deportivo del Girona FC), Amaia Gorostiza (presidenta de la SD Eibar) e Iñaki Williams (delantero del Athletic Club) se ven desde dentro, junto a sus familias, sus amigos, sus allegados, sus compañeros y sus propios pensamientos.

El fútbol español entre bastidores

Nunca antes una cámara se había colado tan adentro de seis clubes y seis personajes tan relevantes y particulares del fútbol español. Los seis soñadores no están elegidos al azar. “La de Berizzo es seguramente, por lo que le toca vivir, la historia más impactante, pero al margen de eso se descubre a una persona muy atractiva, culta, con una vis cómica especial, y a un enorme ser humano”, señala Justin Webster.

En Williams se mezclan un joven alegre y extrovertido llamado a ser una estrella en un club con una filosofía y unas formas únicas que no vivirá su mejor temporada. Quique Cárcel acercará al espectador al trabajo de un director deportivo en un equipo que afronta su estreno en Primera. Un tipo contenido, honesto, humilde. “Amaia Gorostiza es otra gran revelación. La mujer al frente del milagro que es el Eibar. Una persona con inteligencia, empatía y muchísimo humor”, destaca el director del serial. En ella veremos cómo lidia con el día a día una gestora de un equipo valiente y muy modesto, “la china en el zapato” de los grandes equipos de Euskadi, en sus propias palabras, que trata de dejar un legado para el futuro del equipo armero. Con Guardado vemos el fútbol desde los ojos de un veterano de 31 años, un referente para el fútbol y los jugadores de su país, comprometido y carismático dentro y fuera del vestuario. “Saúl explica en buena parte lo difícil que es este mundo en realidad. El contexto del fútbol de élite. Una persona cada vez más famosa, a punto de convertirse en estrella y que debe lidiar con ello, un caso digno de estudio porque casi parece que no quiera verse en esa situación”, desarrolla el creador de Six Dreams. Un chico maduro con solo 23 años del que podremos conocer su entorno familiar, su vida más allá del césped, sus referentes y su comportamiento en las distancias cortas.

Las historias de los seis se cruzan y entrelazan a medida que avanza la temporada, “un poco como en Juego de Tronos”, compara Webster.

Intimidad y actores secundarios

Con ellos el espectador se adentra en los escenarios donde habitan casi todo el tiempo los que hacen el fútbol. En los despachos, en los vestuarios, en las ciudades deportivas, en sus casas, en sus coches, en los aviones y, cómo no, en los terrenos de juego. Desde el comedor donde un chaval, aparentemente como otro cualquiera, bromea con sus compañeros sobre sus distintos orígenes sociales, hasta los consejos de administración donde un equipo sin apenas ayudas debe ingeniárselas para conseguir construir una ciudad deportiva en condiciones.

Como en una película, se descubren actores secundarios de gran valía, apoyos para los protagonistas, incluso algún que otro villano. Subtramas como la amistad de Ernesto Marcucci, el segundo entrenador de Berizzo, con su jefe. O la de Saúl con su ídolo de toda la vida, Fernando Torres. La relación de Quique Cárcel con su técnico, Pablo Machín. O la de Amaia Gorostiza con el principal accionista del Eibar, José Antonio Fernández. Es cine, pero no es ficción. El fútbol sí es así.