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8 fichajes extraños del mercado de invierno que no hicieron historia solo por su fútbol

Hagamos un repaso por alguno de los fichajes más rarunos de comienzos de los 2000.

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8 fichajes extraños del mercado de invierno que no hicieron historia solo por su fútbol

El mercado de invierno siempre ha sido el hermano feo de las grandes épocas de fichajes. De las contrataciones ilusionantes en verano se suele pasar a los jugadores que llegan a equipos en apuros para intentar salvar lo insalvable... los que se marchan de un equipo por la puerta de atrás y llegan a otro gratis.

Sin embargo, en la historia reciente del fútbol, los mercados de invierno también han dado para mucho. Como muestra, Luis Suárez o Edgar Davis llegaron al Barça en Navidad, mientras que Pablo Aimar también fichó por el Valencia en estas fechas.

Pero como no, el mercado de invierno también nos ha dejado esos fichajes que han pasado a la historia por otros motivos distintos: jugadores rematadamente malos, peculiares o muy excéntricos. Aquí va este particular paseo de la fama.

Maxi López al Barcelona (2005)

La lesión de Larsson dejó al Barça sin un delantero centro, y ahí apareció este 9 argentino de melena rubia que hizo lo que pudo. Duró un año y medio en Barcelona hasta irse al Mallorca y después hacer carrera en Italia de forma bastante consistente, pero echando la mirada atrás sale a la luz la foto que se hizo en aquella época con un joven Icardi... y después pasaría lo que pasaría.

Diego Costa en el Rayo (2012)

Costa pasó por varios clubes antes de asentarse, como el Albacete, Valladolid... pero también es destacable sobre todo por verlo ahora en sus imágenes con la camiseta del Rayo. El 9 además destacó en Vallecas, ayudando al equipo a salvar la categoría. Una de esas camisetas que hoy molaría encontrarse en una tienda de segunda mano.

El trío de Navidad madridista: Thomas Gravesen (2005), Faubert (2009) y Cassano (2006)

Tres hombres que son recuerdo del Madrid aunque quizá no por sus goles han llegado en Navidad. Del danés ya sabemos todo lo genio y figura que fue -y fuera de bromas, ayudaba al equipo en el centro del campo aunque fuera con sus gravesinhas-. Cassano, el divo italiano, llegó barato tras ser un auténtico lujo de jugador venido a menos por su poca constancia y también tuvo algún momento de gloria. Y Faubert... pues bueno, demostró que se podía dormir muy bien en los banquillos del Bernabéu.

Renaldo o el brasileño nada perfecto del Deportivo de La Coruña (1996)

Si como en Dragon Ball se pudiesen fusionar dos personas muchos en el fútbol hubiesen deseado ver qué sucedía al unir a Rivaldo y Ronaldo... y por nombre la respuesta podría haber sido Renaldo. Pero la cosa no salió bien. El Dépor lo fichó en el invierno del 96 y duró poco en La Coruña.

Martín Palermo al Villarreal (2001)

Ídolo eterno en Boca, el submarino amarillo lo fichó en aquellos años en los que parecía que cualquier argentino jugaba bien por Castellón. El movimiento fue una bomba porque Palermo, pese a no haber salido de Argentina, tenía fama internacional gracias a la victoria en el Mundialito sobre el Madrid. Por desgracia, no consiguió encontrar su mejor tono en España.

Stan Collymore y el Real Oviedo (2001)

Collymore quizá no esté hoy en los registros históricos del fútbol, pero fue uno de los jugadores más en boga de la Premier durante los 90, donde llegó a protagonizar el fichaje más caro cuando fue traspasado al Liverpool por 8,5 millones de libras en 1995. Llegó a Oviedo como quien va a comerse unas fabes. Llegó, estuvo un par de meses, y anunció que se retiraba.