Singapur presume de sus increíbles jardines al aire libre y ahora también de su naturaleza en el interior de un aeropuerto. Por muy surrealista que parezca, ocurre de verdad.

El aeropuerto de Changui ha logrado el premio al mejor aeropuerto del mundo por séptimo año consecutivo al contar en su interior con la cascada artificial más grande del mundo de 40 metros. La cascada se encuentra situada en ‘La Joya’, una ampliación de la terminal realizada por el arquitecto Moshe Safdie.

La caída del agua fue bautizada como ‘Rain Vortex’ donde caen más de 38.000 litros de agua en forma de lluvia por minuto.

Durante las noches, el aeropuerto ofrece un atractivo espectáculo de luces para que todos los visitantes y turistas puedan disfrutar de esta maravillosa atracción.

Sin duda, las largas esperas en el aeropuerto de Singapur son mucho más amenas desde la implantación de esa cascada. Esperar un avión rodeado de naturaleza es una experiencia de lo más atrapante.