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Mitos

7 mentiras que siempre hemos creído por culpa de las películas

Ni el cloroformo te duerme al instante ni las arenas movedizas son capaces de tragarte. Estas son las 7 mentiras que Hollywood nos ha hecho creer.

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7 mentiras que siempre hemos creído por culpa de las películas

¿Cuántas veces habremos escuchado el dicho “has visto demasiadas películas”? El séptimo arte ha conseguido culturizarnos y dar rienda suelta a nuestra creatividad, pero no debemos tomarnos todas las películas al pie de la letra. Mejor ser realistas y conscientes de que es más fácil conocer a tu pareja por Tinder que porque se te caigan los libros en la universidad, y de que hacerse el héroe nunca sale tan bien como en las películas de Marvel. Pero si vamos más allá de los clichés que creíamos de niños por culpa del cine, nos damos cuenta de que hay fenómenos puntuales que seguramente no sabías que eran mentira. Os dejamos con siete tópicos falsos que nos ha enseñado el cine.

El cloroformo no duerme al instante

Hemos visto cientos de películas en las que el villano pone cloroformo en un pañuelo, lo pega a la nariz de su víctima y ésta cae inconsciente de inmediato. Lo cierto es que el compuesto es un potente anestésico, pero es incapaz de dormirte al instante. Para quedarte inconsciente hacen falta de dos a cinco minutos inhalando el líquido.

Como curiosidad, el cloroformo fue la primera sustancia en la que identificaron propiedades anestésicas. Se descubrió en 1847 y su utilización se popularizó cuando el médico John Snow lo usó para anestesiar a la reina Victoria de Inglaterra para un parto en 1853. Sin embargo, pronto se sustituyó por otros anestésicos más seguros, ya que se descubrió que el cloroformo era bastante tóxico. Eso sí, parece ser que en el cine esta moda pegó fuerte.

Ahogarse en las arenas movedizas no es tan fácil

A estas alturas probablemente sepas que las arenas movedizas que tragaron a Lawrence de Arabia o a Indiana Jones son solo producto de la ficción, pero… ¿Hasta qué punto pueden ser peligrosas? Se ha demostrado que es cierta la teoría de que cuanto más te mueves en las arenas movedizas, más te “tragan”.

Esta mezcla de barro y sal hace que puedas hundirte, pero rara vez hasta el punto de ahogarte. Según un experimento que Daniel Bonn, de la Universidad de Ámsterdam, contó a la BBC, los modelos que usó solo se hundían hasta la mitad y podían salir de nuevo a flote.

El silenciador de armas no consigue un disparo inaudible

Las películas han generado un falso mito sobre que los silenciadores de armas consiguen inhibir el sonido por completo. Pero, una vez más, se trata de una falsa creencia creada por Hollywood. Los silenciadores pueden disminuir alrededor de 30 decibelios, pero el sonido se seguirá oyendo incluso a varios metros de distancia. Esta mentira ha dado tantas vueltas que actualmente hay decenas de vídeos en Youtube donde pistoleros comparan el sonido con y sin silenciador. Sumario.

Los cascos de los vikingos no llevaban cuernos

Si recordamos al famoso Vickie el vikingo, la serie japonesa de los años 70, inevitablemente nos viene a la cabeza su pelo largo acompañado de un casco con dos cuernos blancos. Sin embargo, el mito viene de antes. Según diversas teorías, durante el siglo XIX se demonizó al pueblo vikingo por sus ataques durante la Edad Media, cosa que comenzó a afectar a las pinturas del romanticismo y, más tarde, a la cultura popular en series como ‘Vickie en vikingo’ o en los famosos cómics de ‘Astérix y Obélix’.

Pero siendo realistas… ¿Qué uso práctico tendrían unos cuernos en un casco? Más bien poco. La serie ‘Vikings’ de 2013 fue más fiel a la realidad: nos presentó a los vikingos de los pueblos nórdicos capaces de saquear ciudades, pero eso sí, sus cascos no llevaban cuernos.

Un coche no explota tan fácilmente

Lo hemos visto miles de veces. Llega el personaje de turno, agujerea el depósito de gasolina, enciende una cerilla y… A esperar a que el fuego llegue al tanque. Pues bien, esto provocará un incendio, sin duda. Pero el coche ni va a saltar por los aires ni habrá una combustión digna de Hollywood. Pero claro, en las películas siempre queda mejor ver una gran explosión. Un simple incendio sería mediocre.

Si te estás ahogando, no pides ayuda

Si alguien se está ahogando, lo último que podrá hacer es pedir ayuda. Luchará porque su cuerpo no termine de hundirse y por tragar la menor cantidad agua posible, lo cual implica que ni podrá hacer grandes aspavientos con las manos para que le vean ni podrá ponerse a gritar socorro mientras traga agua. O te tienen localizado, o acabas muerto. Esa es la triste realidad.

Spielberg, nos hiciste creer que los tiburones nos atacarían en la playa

El gran Steven Spielberg nos hizo creer que si nos adentrábamos en el mar abierto, algún tiburón vendría a comernos vivos, pero se trata de una leyenda urbana. Es más común una muerte por un cocodrilo, una serpiente o incluso una avispa que por un tiburón. Lo cierto es que no consideran a los humanos como una presa potencial. Eso sí, con o sin Spielberg, ver un tiburón en altamar no puede inspirarnos otra cosa que un profundo respeto… Y miedo.