Hace unos días, el fotógrafo Steve Woods capturó un momento de la naturaleza que ha pasado a la historia. En la costa de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, el científico marino Kevin Schmidt estaba liderando una expedición cuando un tiburón se acercó hasta él para darle un beso (o al menos eso es lo que parece a nuestros ojos): 

Según ha contado el submarinista a SWNS, estuvieron rodeados durante una hora de cuatro tiburones azules y tres tiburones makos. A pesar de que pueda resultar totalmente tenebroso a nuestros ojos, Schmidt ha asegurado que no hay nada que temer: "Los tiburones, en general, han sido retratados de manera muy negativa, lo cual no refleja su verdadero comportamiento.

El fotógrafo también está de acuerdo con lo que dice el buceador, según ha señalado en su cuenta de Instagram. "No hay nada de agresión, tienes que entender lo que está haciendo el tiburón y mantenerte tranquilo... Si lo haces, a lo mejor tienes la suerte de recibir un pequeño beso".

"Los tiburones son muy inquisitivos", continúa explicando Steve Woods. "Necesitan tocar y sentir con su boca". La teoría la recibimos a gusto, pero eso sí, no sabemos si al recibir un beso de un tiburón podríamos mantener la calma.