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Tu estómago lo agradecerá

¿Quieres un buen kebab? El Comidista desvela las claves para identificarlo

El kebab, esa comida fácil y rica... Que luego resulta ser una bomba para el estómago. El Comidista nos enseña cómo se hace un buen shawarma

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¿Quieres un buen kebab? El Comidista desvela las claves para identificarlo

Para pedirlo a domicilio, para tomarlo en un local, solo o con amigos. Un kebab siempre apetece. Eso sí, luego lamentamos la mezcla de carne y verduras de dudosa calidad que nos acabamos de meter en el estómago. Por ello El Comidista de El País nos presenta un nuevo vídeo en el que muestra lo que es un buen kebab o shawarma.

Mikel López Iturriaga va a 'Perejil', un local de Barcelona de Munther al Zawahreh, un cocinero jordano que nos explica las claves para convertir sus kebab en una auténtica delicia. "Hacemos esto para la gente que quiere comer algo auténtico, igual que en el país árabe", señala el propietario del local". Estas son las claves de los ingredientes:

La carne, que no sea uniforme

Esos rulos gigantes que vemos al fuego no deberían tener un aspecto uniforme ni un color demasiado blanco. Si es así es porque "es artificial y no puedes saber qué carne es la que te vas a comer", según señala Munther.

La carne que suelen usar es de cordero, se corta en trozos muy finos y está aliñada con limón, aceite de oliva y varias especias. Una vez se ha macerado, se mete en la nevera durante ocho horas y, ahora sí, se coloca en el famoso rulo dejando una masa irregular (y con muy buena pinta).

Las verduras y la salsa

¿Lechuga o pepino? Puede estar bueno, pero no es un kebab auténtico. Según señala Munther, las verduras para el kebab son muy simples: cebolla con perejil y sumac (una especia árabe) y tomate fresco.

Lo mismo pasa con la mítica salsa de yogur que vemos en la mayoría de kebab a la que el dueño del local llama "demasiado líquida". La salsa árabe es mucho más espesa y está hecha con tahina, limón sal y agua.

El último ingrediente: el pan de pita 

Utilizan el famoso pan de pita en dos tandas: uno para recoger todo el contenido cocinado previamente y otro para terminar de cubrir el otro extremo. Y voilà. Ya tenemos el kebab auténtico.