Detectan dos síntomas tempranos de Ómicron
Los expertos señalan que la fatiga y los desmayos son dos indicios que pueden alertar de que se está próximo a dar positivo en un test COVID.

Tal y como informa Independent, los expertos han detectado dos señales que podrían indicar que una persona se ha contagiado de la variante Ómicron de la COVID-19 y que en un periodo próximo dará positivo en un test diagnóstico.
Esos dos indicios son padecer fatiga o sufrir mareos o desmayos. En el primer caso, la fatiga no tiene por qué presentarse únicamente en forma de cansancio, sino que también puede traducirse en dolor físico o debilidad muscular, dolores de cabeza e incluso visión borrosa y pérdida del apetito.
De hecho, la presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, Angelique Coetzee, ha confirmado en el canal de televisión británico ITV que la fatiga fue uno de los principales síntomas de Ómicron cuando surgió la variante en Sudáfrica.
Los mareos o desmayos son la otra señal de que una persona se podría haber contagiado de la variante Ómicron de la COVID-19. Un informe en Alemania ha sugerido que existe un vínculo entre los desmayos y esta variante después de que los médicos de Berlín descubrieran que la COVID-19 estaba provocando desmayos recurrentes en un paciente de 35 años ingresado en el hospital.
La OMS insiste en que la pandemia “no ha terminado”
En las últimas horas, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha recordado que la pandemia de la COVID-19 “no ha terminado” y ha insistido en que la vacunación es la medida “más eficaz” para protegerse de una enfermedad grave o, incluso, de la muerte.
Tedros ha destacado que, pese a que los contagios y los fallecimientos a causa de la COVID-19 siguen reduciéndose a nivel mundial, se está produciendo un aumento de los casos en las Américas y en África.
Y, además, ha subrayado que los científicos sudafricanos que identificaron la variante Ómicron a finales del año pasado ahora han informado de dos subvariantes más de Ómicron, BA.4 y BA.5, responsables del aumento de la incidencia en Sudáfrica.
El director general de la OMS ha resaltado que “es demasiado pronto para saber si estas nuevas subvariantes pueden causar una enfermedad más grave que otras subvariantes de Ómicron, pero los primeros datos sugieren que la vacunación sigue protegiendo contra la enfermedad grave y la muerte”.