CORONAVIRUS

Nigeria, el país que ha vacunado al 3% de su población y destruye un millón de dosis

Nigeria apenas cuenta con una ínfima parte de la población vacunada. Muchas de la vacunas que le llegan lo hacen con la fecha de caducidad muy próxima.

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Nigeria, el país que ha vacunado al 3% de su población y destruye un millón de dosis
PIUS UTOMI EKPEI AFP

La vacunación contra la COVID en África anda retrasada en comparación con otros continentes del mundo, principalmente Europa y Asia. Una situación que ya habían advertido varios estamentos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Cada día se ponen seis veces más dosis de recuerdo en los países ricos que primeras dosis en países de bajos ingresos. Es un escándalo que debe terminar ya", denunció el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus.

De cada cien personas, apenas tres han recibido la pauta completa contra el coronavirus SARS-CoV-2, según datos de la Universidad de Oxford. Por ello, y a pesar de que los síntomas de la variante Ómicron son leves, es uno de los continentes más expuestos a ella. Y, dentro de África, hay países que cuentan con una tasa de vacunación muy baja, apenas nula: es el caso de Nigeria, donde apenas un 3% de toda la población ha recibido la pauta completa. En Sudáfrica, por ejemplo, es del 24%.

El problema de este país, con más de 200 millones de habitantes (dentro de los diez más habitados del mundo), es que cuenta con decenas de miles de dosis caducadas que no han sido utilizadas. Según informa la agencia Reuters, la cifra podría alcanzar el millón. Una cantidad que el Ministerio de Salud que dicho que están ya retiradas y serán destruidas.

Vacunas con poca vida útil

Al igual que el resto de países africanos, y aquellos del mundo con una menor riqueza, tuvieron serias dificultades para acceder a las vacunas cuando estas acababan de ser aprobadas para su uso en la población. Los países ricos, que alcanzaron acuerdos con los fabricantes, contaban con la prioridad. Por tanto, quedaban en manos del fondo COVAX para el acceso universal a las vacunas.

En un primer momento se presentaban complicaciones para cumplir con el acuerdo alcanzado, pero en los últimos meses la situación ha cambiado: los países ricos han liberado más dosis que le sobraban y así llegaron 700.000 unidades de AstraZeneca en agosto, 800.000 de Canadá en septiembre y 500.000 de Francia en octubre. De forma simultánea llegaron cuatro millones de Moderna y 3,6 millones de Pfizer, ambas de Estados Unidos.

Sin embargo, muchas de estas vacunas llegaron con la fecha de caducidad próxima, por lo que el tiempo para organizar toda la logística alrededor de la vacunación fue escaso. Osagie Ehanire, ministro de Salud, lamenta que esta situación produjo un 'cuello de botella', siendo una de las mayores pérdidas de dosis de la pandemia, asegura Reuters. "Nigeria está haciendo todo lo que puede. Pero está luchando con vacunas de vida útil corta, ahora la oferta es impredecible y están enviando demasiado", revela una fuente a la agencia.

Extensión de la vida útil

Algunas de estas dosis llegaron en las cuatro o seis semanas antes de la expiración, por lo que no pudieron usarse a su debido tiempo. "Esto nos dejó muy poco tiempo, en algunos casos solo semanas, para usarlas, después del tiempo para transportarlas, distribuirlas y entregárselas a los usuarios", aseguran desde el ministerio.

Ehanire narra la alternativa de algunas compañías, que ofrecieron "prolongar la vida útil de la vacuna a posteriori, para 3 meses, una práctica que, aunque aceptada por los expertos, es rechazada por el Ministerio Federal de Salud, porque no tiene cabida en nuestras normas", dijo.

Por tanto, estas vacunas vencidas ahora serán destruidas y Nigeria ha anunciado que "declina cortésmente todas las donaciones de vacunas a las que les queda poco tiempo antes de expirar o aquellas que no pueden entregarse a tiempo".

Situación similar en otros países

No es, sin embargo, el único país que ha tenido que tirar vacunas ni tampoco será el último posiblemente. El pasado mes de julio, la OMS anunció que hasta 450.000 dosis habían expirado en ocho países africanos antes de que pudieran ser utilizadas para inmunizar a la población. La forma en que llegan las vacunas ha llevado a este organismo y a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África a solicitar un cambio en las donaciones para evitar su desperdicio.

Por tanto, exigen que el mínimo sea de dos meses y medio antes de que llegue la fecha de caducidad. Tedros, en un comunicado en sus redes sociales, celebró la "campaña de vacunación más grande de la historia", con más de ocho millones de dosis. Sin embargo, lamenta que "se haya visto empañada por una terrible desigualdad".