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Las personas más espiadas en España

Alberto Saiz, ex director del Cuerpo Nacional de Inteligencia, habla de varios secretos del organismo, entre ellos Corinna Larsen y los atentados del 11-M.

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Las personas más espiadas en España.

Alberto Saiz, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ha explicado en el programa 'Salvados' cómo funciona un organismo sobre el que se cierne un aura de desconocimiento total por parte de la población española. Los ataques y las críticas a su gestión hicieron que Saiz tuviera que dimitir como director hace unos años, y ya fuera de su organigrama ha querido sentarse a hablar con Gonzo sobre algunos secretos que guarda la entidad.

Sobre este secretismo del CNI, Saiz cree que es hora de desvelarlos a la población: "Veo que hay muchas cosas en las que se podría levantar el velo. En este país todavía tenemos muchos complejos de cara a todo aquello que concierne al CNI, es decir, lo de los secretos oficiales está bien, pero lo de contar algo más, tener más visibilidad ante la ciudadanía de las cosas que hace el CNI estaría muy bien".

"Corinna era peligrosa"

Sin embargo, ha asegurado que por confidencialidad no puede contar ninguna de sus vivencias durante su estancia en el CNI. Sobre lo que sí ha hablado es sobre la Corona, en concreto sobre el rey emérito Juan Carlos I y su relación con Corinna Larsen. Según ha explicado, el propio Borbón le pidió que ayudase a su amiga. "Concretamente, me pidió que la escuchara porque tenía algo que contarme. Y ya está. Se presentó con un abogado experto en temas de falsificación de patentes y me contó su proyecto", señala.

"Ella lo que pretendía era organizar una conferencia internacional en España con motivo de la lucha contra la falsificación de todo. Quería organizar esto en el ámbito del Palacio Real y que fuese presidido por su majestad el rey. Nada más y nada menos". Un evento con el que ganó dinero: "Naturalmente, era su negocio". Tras su segundo encuentro, Saiz puso a Corinna "las cosas clarísimas" y esta reaccionó de forma violenta "verbalmente, y en público, había gente ahí. Como si hubiera sido yo el malo de la película". Una bronca que Juan Carlos I escuchó y sobre la que "nunca" volvieron a hablar.

No obstante, Saiz asegura que advirtió al rey de que "era peligrosa", al igual que se hizo desde la propia Casa Real, aunque opina que "sus amigos de verdad deberían haber hecho algo más". "Saltaba a la vista" que eran amantes y que ella "quería hacer negocios con la imagen del rey", afirma el exdirector. Por último, asegura que "el CNI ni protegió ni investigó" a Corinna, quien tampoco era una espía.

¿Quién es la persona más espiada y la más protegida del país?

Corinna no fue investigada, pero hay muchas otras personas a las que el CNI seguía de cerca. Cuestionado por la identidad de las personas más espiadas del país, Saiz recuerda que, durante su mandato, eran las personas más cercanas a ETA: "Las personas que han estado siempre en contacto con ETA dentro de este mundo de la política, de Batasuna y del mundo radical. Eran personas de objeto y control exhaustivo del CNI".

El exdirector del CNI no ha detallado quiénes eran los "cinco o seis nombres" que se repetían mucho, ya que le parece "difícil" destacar a uno. No obstante, sí se ha centrado en uno de los más polémicos. "En sus tiempos formaba parte de una organización que luego se ilegalizó y, si estaba en estos lugares digamos de relación con la organización, seguramente también entraría en la foto", señala en referencia a Arnaldo Otegi, ex miembro de ETA, ex portavoz de Batasuna y actual coordinador general de EH-Bildu.

Preguntado por Gonzo sobre lo que llegaron a conocer de Otegi, Saiz asegura saber más de lo que nunca podrá decir, pero recuerda que estaba muy interesado en el cese de la violencia y en llegar a un acuerdo con el Estado: "Querían reintegrarse a la vida política y tenían un problema clarísimo, que era la propia organización porque le marcaba el terreno, el territorio, los tiempos, el qué y el cómo".

En cuanto a la persona más protegida de España, Alberto Saiz no ha dejado ninguna duda sobre ello. Tanto el jefe de Estado como toda la familia real se encuentran en primer lugar en lo que a protección por parte del Estado se refiere. Tras ellos, se encuentran el presidente del Gobierno, ahora Pedro Sánchez, en un segundo escalafón y el ministro del Interior, actualmente Fernando Grande-Marlaska, en el tercer escalón.

"El 11-M se podría haber evitado"

Saiz ha hablado también sobre el 11-M y la actuación del CNI: "Desde noviembre de 2003 el CNI tiene reuniones regulares con la Comisaría de Información de la Policía Nacional y en noviembre le marca la línea de investigación más potente era el argelino Allekema Lamari, quien manifestó desde el principio sus ánimos de venganza contra España". "Estas llamadas de atención sobre la peligrosidad se reprodujeron hasta días antes del atentado", insiste el exjefe del CNI, que asegura que "la Policía no consideró nunca que esta información era valiosa y priorizó su propia información".

"No había un sistema de coordinación y todo quedaba en manos de las decisiones personales de los responsables" del departamento, explica Saiz. Por tanto, ¿se pudieron evitar los atentados del 11M?: "Se pudo hacer algo más si se hubiera hecho algo más en los meses previos, del control e incluso detención de Lamari", explica Saiz, que afirma que "si se hubiera conseguido aquello posiblemente el atentado no se hubiera producido con casi toda certeza porque él era un elemento principal dentro del grupo".

"El CNI era un servicio organizado y seguro de sí mismo, pero vivía momentos difíciles. Debido a todas las actuaciones que habían llevado a cabo, que fueron muchas y acertadas, no fueron suficientes para para el atentado. Al CNI le pidieron desde el gobierno de Aznar que dictaminase quién podría haber sido el autor del atentado", detalla Sainz, que señala que el organismo no estaba "en el escenario, no eran agentes forenses, difícilmente podrían haber sabido quién era el autor material con la información que tenían".

"Veo varias anomalías, por qué se le solicitan unas notas y un dictamen cuando no tiene información básica. Creo que el gobierno pensó en una manera de gestionar los días después y pensó que un diagnóstico hecho por el CNI podría ser útil para sus intereses políticos a tres días de las elecciones. Otegi dijo 'no puede ser, no lo han hecho estos'. El propio entorno de ETA no creía que fuese el autor del atentado. El tamaño, la forma, la magnitud... Se salía de sus estándares. No me atrevería a asegurarlo, pero yo pensé que dirigieron la dirección del informe para que la conclusión fuera la que quería el gobierno", concluye.