La obesidad infantil es un problema a nivel mundial. Según los últimos datos de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas, dos de cada tres niños menores de dos años no siguen la dieta que necesitan para un crecimiento saludable.

Datos que han hecho que el Ministerio de Consumo que gestiona Alberto Garzón, acabe de anunciar que el Gobierno regulará la publicidad de alimentos perjudiciales para la salud de los menores para defender sus intereses frente a los de la industria alimentaria.

Esta prohibición afectará a varias categorías de productos que no podrán hacer publicidad a menores independientemente del contenido de nutrientes.

-Productos de confitería de chocolate y azúcar, barritas energéticas y coberturas dulces y postres.

-Pasteles, galletas dulces y demás productos de pastelería.

-Zumos, las bebidas energéticas y los helados.

Sí podrán anunciarse aquellos alimentos siempre y cuando sus grasas totales y saturadas, el azúcar total y el añadido, y los niveles de sal, se mantengan por debajo de los límites establecidos para cada producto.

Según un estudio elaborado por la Agencia Española de Nutrición y Seguridad Alimentaria (AESAN), encuestas a niños y niñas de entre seis y nueve, un 40,6% de estos menores tiene exceso de peso, de los que el 23,3% está en niveles de sobrepeso y el 17,3% sufre obesidad. Pero lo más grave es que el 86% de los padres no detectan ese sobre peso como un problema.

Lo que dice UNICEF

Pau Gasol, embajador de UNICEF España, Defensor Mundial para la Nutrición y el fin de la Obesidad Infantil de UNICEF y presidente de la Gasol Foundation, participó en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas, y allí pidió a los líderes mundiales que actúen de manera urgente para proporcionar dietas saludables a todos los niños, niñas y adolescentes.

El deportista puso de relieve la importancia de que niños y adolescentes cuenten con alimentos nutritivos asequibles para poder crecer y prosperar. “La obesidad infantil es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los niños hoy en día y, en la actualidad, dos de cada tres niños menores de dos años no siguen la dieta que necesitan para un crecimiento saludable. Esto significa que se enfrentan a la muerte, a daños en el desarrollo o a problemas de salud a largo plazo. Esta impactante realidad debe ser una llamada de atención”, ha asegurado durante su intervención en la Cumbre.

El objetivo de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas es avanzar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030, aprovechando la relación que existe entre los sistemas alimentarios y varios desafíos mundiales como el hambre, el cambio climático, la pobreza y la desigualdad. En el marco de la cumbre, UNICEF busca asegurar los compromisos de gobiernos y otros aliados para garantizar dietas infantiles más saludables y sostenibles, y ha publicado un nuevo informe sobre la carencia de alimentos y nutrientes entre los niños y niñas menores de 2 años.

Obesidad en la pandemia

El desgaste emocional que sintió una buena parte de la población tiene consecuencias directas en la forma de alimentarse y por lo tanto en la salud física de las personas. De hecho, hasta un 30% de los encuestados, asegura comer mucho peor que antes de la pandemia, y por lo tanto haber engordado. Pero los datos de Mónica Herrero Martínez, especialista en Nutrición y Dietética y miembro de Top Doctors, van más allá, y apuntan que la mala alimentación, sumado a la falta de actividad física y a una mayor ingesta de alcohol, ha hecho que el 50% de los ciudadanos que han acudido a su consulta haya ganado entre 5-10 kilos de media a lo largo de este primer año, y, por lo tanto, puedan padecer problemas de obesidad. “Esto tiene consecuencias directas en la salud, ya que hasta un 30% de las personas ha aumento su colesterol o la tensión arterial. Asimismo, entre un 60 y un 70% de los trastornos de la alimentación, diagnosticados en años anteriores, ahora no pueden con la situación y necesitan más ayuda”, afirma la nutricionista.

La obesidad infantil afecta al 10% de los menores de 17 años

En el marco de la Copa COVAP, el doctor Antonio Escribano, especialista en Endocrinología, Nutrición y Medicina de la Educación Física y el Deporte, destaca que la imitación de ciertos hábitos poco saludables que podrían tener determinados padres por parte de sus hijos contribuye a incrementar el sobrepeso y la obesidad infantil, que afecta al 10% de los niños y niñas con edades comprendidas entre los 2 y los 17 años. Además, aunque en menor medida, la carga hereditaria también influye en el aumento de esta patología.

Los problemas de peso se pueden solucionar con una alimentación saludable y la práctica regular de ejercicio en edades tempranas, pero es “más difícil erradicar ciertas actitudes y costumbres perjudiciales que se interiorizan desde muy pequeños y que se acaban trasladando a la edad adulta mediante ese factor de imitación”, afirma el doctor. Es el caso del sedentarismo, el consumo abusivo de determinados productos de gran valor calórico y el desequilibrio en la dieta, entre otras causas.

Este hecho refuerza la tendencia creciente en la prevalencia poblacional de sobrepeso y obesidad de los últimos 30 años, de acuerdo con una investigación publicada en la ‘Revista Española de Cardiología’ en la que se sostiene además que más del 80% de la población tendrá al menos sobrepeso en el año 2030.