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El único regate posible al volcán de La Palma

La erupción de La Palma ha despertado el lado solidario de clubes como la U.D. Los Llanos o el C.D. Atlético Paso.

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El único regate posible al volcán de La Palma
Santiago Castañeda

El volcán aún sin nombre de La Palma sigue escupiendo lava en el sexto día de erupción. Mientras, los palmeros siguen asimilando el drama en primera persona entre la tristeza, la resignación y la preocupación de un futuro incierto. Todos unidos en el tiempo más complicado que les ha tocado vivir. Porque todos tienen familiares, amigos o conocidos que lo han perdido todo. La casa que construyeron sus abuelos. Una infancia. Muchos recuerdos. Toda una vida sepultada bajo la colada.

"Es un drama. El volcán no para de sonar. La ceniza lo cubre todo, los coches negros… Y ahora la colada de lava, al ir más lenta, parece que se está abriendo y puede afectar a más casas. Estamos pendientes de que no llegue a la casa de mi hija en La Laguna. Decidimos ir sacando cosas, pero esto es esperar", cuenta Nieves María a AS a las puertas de la Vinatería Albillo que regenta en Santa Cruz de La Palma.

A la espera del curso que decida tomar el volcán, la isla, que no para de recibir la llegada de medios de comunicación, científicos y turistas que vienen expresamente para observar el fenómeno, desprende un sentimiento común de unión para afrontar la situación. Recogida de alimentos, envío de ropa, ayuda para desalojar casas… Y el despliegue de todos los medios para sobrellevar un escenario más propio de una película de ciencia ficción.

La realidad golpeó también al deporte palmero. Y los deportistas han mostrado a la vez su lado más solidario ofreciendo su ayuda. Es el caso de la U.D. Los Llanos, que abrió su estadio para acoger a los vecinos desalojados en los primeros días de la erupción.

"Los jugadores, entrenador y cuerpo técnico se han volcado. Ayudando con las protectoras de animales, voluntariado en el pabellón… El estadio Aceró es municipal, pero lo pusimos a disposición desde el primer día. Yo llegué antes incluso de que explotara el volcán porque me avisaron. Se sabía que había una posibilidad grande de erupción y aquí estuvimos. Funcionó como punto de traje para la gente que no tenía familiares o dónde ir, para buscar un alojamiento temporal y para ayudarles con enseres que no se pudieron llevar porque fue todo muy rápido. Con la ceniza tuvimos que cambiar el espacio abierto por los pabellones cerrados de baloncesto y lucha canaria", cuenta Aarón Pedrianes, presidente del club, con el volcán de fondo.

"El estadio Aceró funcionó como punto de triaje para la gente que no tenía familiares o dónde ir, para buscar un alojamiento temporal y para ayudarles con enseres que no se pudieron llevar porque fue todo muy rápido"

Aarón Pedrianes, presidente de U.D. Los Llanos

El impacto de la erupción sigue muy vivo también en Daniel Castro, extremo izquierdo de la U.D. Los Llanos. "Mi madre trabaja cuidando a personas mayores a doscientos metros de donde explotó el volcán. La acompañé para desalojarlos porque ella de los nervios no podía conducir. Cuando lo vi ahí me quedé alucinando. Es imposible explicarlo... El suelo vibraba, el calor y el olor lo sentías… Nunca imaginé que hiciera tanto daño…", relata con emoción el jugador. Castro no ha parado en estos días de ayudar con un furgón para salvar las pertenencias de vecinos afectados. “Ha sido desgarrador. El primer día he visto incluso gente durmiendo en la calle… El día de mañana se lo contaré a mis hijos con el corazón en la mano", añade.

"Mi madre trabaja cuidando a personas mayores a 200 metros de donde explotó el volcán. La acompañé para desalojarlos. Es imposible explicarlo... El suelo vibraba, el calor y el olor lo sentías… Nunca imaginé que hiciera tanto daño…"

Daniel Castro, extremo izquierdo de la U.D. Los Llanos

La preocupación se ha apoderado también del Club Deportivo Atlético Paso. A las carreras abandonaba la sesión de hoy su entrenador, Jorge Muñoz, en el campo del Breña Baja, ubicado en la vertiente opuesta de la isla y donde entrena el equipo temporalmente para esquivar la ceniza. "Lo siento de verdad, pero hoy no puedo hablar. Estoy muy preocupado por lo que pueda ocurrir con varias viviendas en Todoque", se apresuraba a comentar Muñoz.

Y de nuevo la solidaridad de un equipo que siente la necesidad de ayudar. "Vivirlo es cruel... El club nos dividió en equipos para ayudar en logística, evacuar casas. Tampoco podemos hacer más de lo que se está haciendo. Entre todos hemos ayudado a gente que lo está pasando mal. Alimentos, ropa, donaciones... A ver si pasa esto...", cuenta Jordán, central del Atlético Paso.

"Vivirlo es cruel... El club nos dividió en equipos para ayudar en logística, evacuar casas"

Jordán, central del Atlético Paso

"Conoces a la gente y sabes lo que está sufriendo. La casa de toda la vida, donde has vivido de todo... La recogida y clasificación de ropa, la comida sin gluten puede ser buena aportación, comida para animales... Ponerse a disposición para lo que haga falta", explica el mediapunta Lucas Acosta.

"Sentirnos afortunados de donde vivimos, el pueblo donde estamos. Nunca pensamos que pudiera pasar, pero ha pasado. Tenemos que salir adelante entre todos. Estamos a disposición de cualquier aficionado, del pueblo y de la isla para salir adelante", insiste Jordán. Y Acosta lanza un mensaje claro: "Hay figuras del deporte muy importantes, especialmente canarios, que podrían echar una mano iniciando una campaña. Subastar una camiseta, una bota... El deporte puede ayudar mucho", dispara certero. Deportistas ofreciendo el único regate posible al volcán de la Palma.

Los días se suceden y la isla entera, reconocida internacionalmente por un cielo espectacular para la observación astronómica, tiene ahora la mirada puesta en Cumbre Vieja. Y entonces el espectáculo visual se topa con el drama. ¿Cuándo parará la erupción? "Hasta ahora lo que sabemos es que la erupción más corta duró 24 días", explica Vicente Soler, vulcanólogo del CSIC, en la ermita de El Paso con una vista nocturna que resulta realmente magnética. En tierra de cráteres, el volcán sin nombre aún sigue doliendo y rugiendo.