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De solución a problema: la almeja tóxica que amenaza a Portugal

Este molusco, de gran valor en el mercado, fue utilizado en un experimento para depurar el agua de los ríos y ahora está siendo capturado para el tráfico ilegal.

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De solución a problema: la almeja tóxica que amenaza a Portugal

Portugal se ha encontrado con una preocupante situación después de haber puesto en práctica un experimento con el que pretendía depurar los ríos Tajo y Sado. Con el fin de eliminar los elementos contaminantes de estas aguas, los expertos recurrieron a un tipo de almeja que ha acabado convirtiéndose en un problema de salud pública también para España.

Esta especie, denominada almeja japónica, cuenta con la capacidad de absorber sustancias perjudiciales para el medioambiente, razón por la que se decidió emplearla con este fin. Sin embargo, resulta tóxica para los humanos, aunque puede ser consumida si ha sido sometida a niveles de depuración adecuados.

Y es que esta almeja es un producto de gran valor en el mercado alimenticio y suele ser obtenida de manera furtiva, por lo que en muchas ocasiones no es descontaminada correctamente y supone un riesgo elevado para los ciudadanos, ya que pueden causar graves problemas de salud e incluso la muerte. Se trata de un problema que ha ido en aumento ante la dificultad para eliminar la venta ilegal, como han advertido las autoridades sanitarias.

El problema del tráfico ilegal

Después de que el proyecto para reducir la presencia de mercurio, plomo y cadmio en los ríos comenzase hace años, lograr la desmantelación del tráfico de estos moluscos se ha convertido ahora en misión "casi imposible", admitió a la agencia EFE el jefe de la División Técnica Ambiental de la Guardia Nacional Republicana (GNR), el teniente coronel Ricardo Vaz Alves.

Alves explica que este problema no ha sido creado solo por los mariscadores: “Hay toda una cadena por arriba”. Acabar con esta situación es un “foco prioritario” para las autoridades de Portugal y España. Por ello, el GNR y el Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil española, se encuentran trabajando juntos con el objetivo de eliminar un mercado furtivo en el que solo en Lisboa participan unos 1.500 pescadores.

Las redadas están siendo frecuentes y en una de las últimas que se llevaron a cabo, el pasado mes de mayo, se incautaron 1,5 toneladas de almejas japónicas no aptas para el consumo que podrían haber acabado en los supermercados europeos gracias a las falsificaciones sobre su origen, una práctica que resulta habitual.