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Construyen una moto que funciona con gas de lagos y charcas

Un joven estudiante holandés ha desarrollado este proyecto. El vehículo logra alcanzar una velocidad máxima de 43 km/h con una autonomía de 20 kilómetros.

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Construyen una moto que funciona con gas de lagos y charcas

Un joven estudiante de ingeniería holandés ha desarrollado un nuevo tipo de motor que podría suponer una novedad relevante para la movilidad sostenible. Se trata de un modelo cuyo funcionamiento se produce gracias al gas metano, un elemento que el propio inventor se encarga de conseguir en lagos y charcas de su ciudad.

Este ingenioso alumno, llamado Gijs Schalkx, ha aplicado este motor en una vieja motocicleta de su propiedad y los resultados han sido todo un éxito. El vehículo no ha presentado incidencias y logra alcanzar una velocidad máxima de 43 km/h con una autonomía de 20 kilómetros.

'Sloot Motor'

Esta motocicleta, a la que su inventor ha bautizado con el nombre de ‘Sloot Motor’, arranca inicialmente con gasolina, pero posteriormente mantiene su funcionamiento gracias a al gas metano que se acumula en un depósito situado en la parte trasera del vehículo. Dentro de dicho depósito hay un globo con el metano, como detalla 20 Minutos.

Este nuevo modelo desarrollado por Gijs Schalkx fue el fruto de un trabajo de estudios que comenzó motivado por sus escasos recursos económicos. “Comenzó hace dos años cuando desmonté mi propia motocicleta y reconstruí todo. Dediqué mucho tiempo, dinero y esfuerzo a reconstruir esta moto de 35 años para que estuviera como nueva”, revela en Vice.com.

Extracción del gas en pantanos

Una parte fundamental para lograr que su invento pudiese prosperar fue lograr recolectar el metano con sus propios recursos. Así, Schalkx creó un artefacto flotador con forma de embudo que consigue recoger el gas que sale del fondo de los pantanos, como muestra el joven estudiante holandés en un vídeo en Youtube.

Para realizar el trasvase del gas a su motocicleta, el futuro ingeniero emplea una manguera y una bomba de aire. Es un método simple que, no obstante, se alarga hasta las ocho horas para llenar el depósito, algo que no supone un problema para su orgulloso inventor, quien asegura estar comprometido con los problemas ambientales que sufre el planeta.

"Conducir un coche eléctrico no significa que estés exento del circuito petrolero por el que discurre nuestra sociedad. Echar más dinero a un problema no lo solucionará, somos el problema y tenemos que cambiar", afirma Gijs Schalkx.