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¿Por qué las paredes de las casas y viviendas en España tienen gotelé y cuándo se puso de moda?

Ya casi no se construyen casas con gotelé pero hace décadas su uso tenía mucho sentido.

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¿Por qué las paredes de las casas y viviendas en España tienen gotelé y cuándo se puso de moda?
Manuel Lorenzo EFE

Asociamos el gotelé a algo malo. Es algo que no nos gusta, que podemos ver en la casa de los demás, pero no en la nuestra. Muchas personas a la hora de buscar casa ponen como condición que las paredes sean totalmente lisas. Este requisito se puede volver un poco complicado ya que muchos pisos  lucen esa técnica en sus paredes. 

¿Cuándo se extendió el gotelé en España?

Fue en los años sesenta, cuando España experimentaba un éxodo rural masivo. Es por ello, que en las grandes ciudades estalló un boom urbanístico, sustentado también por el Plan de Estabilización franquista de 1958. Comenzaron a construirse cientos de casas de forma rápida. Esta rapidez producía algunas imperfecciones que había que tapar. Aplicaron una técnica sencilla para estas nuevas casas de barrios obreros: el gotelé. Si una pared tiene desniveles o no es lisa, el gotelé consigue disimularlo. Este tipo de recubrimiento era sencillo, barato y muy práctico. 

¿Cuánto cuesta quitarlo?

Quitar esta pintura de temple y acabado en grano de una casa de 80 metros cuadrados puede costar en torno a 3.000 euros. Es el precio tan elevado el principal motivo por el que muchos no lo quitan de sus paredes. 

¿Se pondrá de moda otra vez?

Algunos diseñadores aplican una técnica parecida al gotelé. El decorador Erico Nazavo que aplica texturas como pastas rayadas para adornar algunas estancias de la casa. Sin embargo, hay decoradores como Guille García-Hoz opina que es una técnica que podría ponerse de nuevo de moda, aunque variando sus colores e incluyéndolo en zonas especificas de la pared y no en toda la superficie. 

En mayo del año pasado, esta técnica se convirtió en una obra de arte. Andrea González y Paula García-Masedo cubrieron las paredes de la galería madrileña Twin Gallery con gotelé como una reivindicación costumbrista.