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Tsunamis en España: con olas de más 8 metros

El pasado mes de mayo se aprobó el plan ante el riesgo de posibles maremotos. En el peor de los escenarios, las olas podrían llegar a los ocho metros en varios puntos.

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Tsunamis en España: con olas de más 8 metros
Pixabay

Aunque España no es un país donde haya mucho riesgo (por fortuna) de maremotos, siempre viene bien ser precavido y tomar nota del pasado. El 1 de noviembre de 1755 se registró un terremoto en el Atlántico a menos de 300 kilómetros de la costa portuguesa, dejando miles de víctimas en el país luso, España y el norte de África.

El seísmo, que se dejó notar también en algunos puntos de Francia e Italia, llegó a nuestras cosas en forma de tsunami, arrasando el litoral andaluz y provocando más de 2.000 muertes. Aunque la probabilidad de que se repita una tragedia similar es baja, pues no es un punto habitual de terremotos, no conviene dejarlo a los designios del destino.

Por ello, el pasado mes de mayo se aprobó el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de Maremotos, "un sistema de alerta ante maremotos, con la finalidad de avisar acerca de la inminencia de dicha amenaza a las autoridades de protección civil y a los servicios públicos de emergencia, así como a los ciudadanos que puedan verse afectados", según se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Más de 7.000 kilómetros de costa

El hecho de tener un plan establecido resulta vital ante futuros sucesos, en tanto que 58% de la población vive en los cerca de 7.660 kilómetros de costa con los que cuenta España (cerca de 23 millones de habitantes). Este plan está compuesto por las regiones costeras, especialmente las que presentan un riesgo mayor de sufrir el impacto de las olas que provocarían los maremotos: Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares, Murcia, Ceuta y Melilla.

Andalucía y Canarias, con mayor riesgo

En el documento del Ministerio de Interior se analiza la peligrosidad y la magnitud que tendrían los maremotos que son susceptibles de llegar a las costas españolas, en base a diversos estudios y datos respectivos a la elevación máxima de las olas generadas en estas aguas.

De esta forma, colocándose en el escenario más crítico, las mayores elevaciones asociadas a la llegada de maremotos a la costa española se producirían tanto en la costa occidental andaluza como en canarias, donde las olas podrían alcanzar una altura superior a los ocho metros. Los maremotos estarían asociados a las fallas de Marqués de Pombal y de Herseshoe. Tras su activación tardaría unos 55 minutos para llegar a Andalucía y poco más de una hora en hacer lo propio en canarias.

En el caso de la costa mediterránea de Andalucía, el maremoto que podría causar las mayores elevaciones es el que se generaría en la falla de Alborán sur, con olas de más de cinco metros en Málaga y Melilla y un tiempo estimado de llegada de 20 minutos. En el punto contrario, el de las menores elevaciones, encontramos Asturias, Cantabria y País Vasco, con olas inferiores a 0,5 metros y que tardarían más de seis horas en llegar.

Olas de dos metros en Galicia y Murcia

En Galicia, y de acuerdo con el documento de Interior, las elevaciones podrían llegar a un máximo de dos metros, asociadas a maremotos provocados en el monte submarino del Banco de Gorringe, la zona donde se originó el terremoto de 1755. Su tiempo de llegada, sin apenas reacción, sería de una hora.

Por su parte, la costa murciana podría llegar a sufrir olas de hasta dos metros, generadas por la falla de La Marina, con una estimación de media hora para alcanzar la tierra. En el resto de territorios, las olas no superarían el metro de alto, tras generarse en fallas como Golfo de Rosas, neotectónica de Barcelona o fallas de Argelia. En su caso, eso sí, la llegada sería casi inminente por su cercanía a la costa.

Qué hacer en caso de tsunami

En el caso de que se produzca un tsunami, el Ministerio de Interior considera clave las tareas de prevención y preparación para conseguir una rápida reacción de los ciudadanos. Así se recomienda a las comunidades la elaboración de "planes de evacuación que deberán considerar el alejamiento de la costa hacia zonas de cotas superiores a los diez metros por encima del nivel del mar".

No obstante, hay casos en los que el tiempo es mínimo, por lo que se aconseja la evacuación vertical: subir a un edificio a una altura suficiente para evitar la llegada del agua. "Para ello es preciso hacer un trabajo previo de identificación de aquellos edificios de altura que reúnen las características necesarias de resistencia ante maremotos".

Este plan contra los maremotos se apoya a su vez en el Sistema Nacional de Alerta por Maremotos (SINAM), que dispone también de las alertas que emiten diferentes organismos europeos. Con esta información, es posible localizar dónde y cuándo ocurre un maremoto, así como el cálculo de las posibles consecuencias del impacto de las olas, que se pueden desplazar durante miles de kilómetros a una velocidad de entre 500 y 1.000 km/h sin apenas perder energía.