CORONAVIRUS

Un estudio revela el positivo efecto de retrasar la segunda dosis de Pfizer

Un estudio de la Universidad de Birmingham señala que los anticuerpos generados por la vacuna se triplican si se retrasa la segunda dosis.

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Un estudio revela el positivo efecto de retrasar la segunda dosis de Pfizer
PASCAL POCHARD-CASABIANCA AFP

La protección contra la COVID-19 en personas de más de 80 años puede ser tres veces mayor si se esperan 12 semanas para inocular la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, según un estudio llevado por investigadores de la Universidad de Birmingham en Reino Unido junto a expertos del Public Health England.

La investigación, liderada por la investigadora Helen Parry y que todavía está a la espera de la revisión por pares, es la primera que trata de comparar la respuesta del sistema inmunológico a distintos tiempos de administración de las dosis de la vacuna de Pfizer.

En el estudio han participado 175 personas de entre 80 y 99 años a los que se les inoculado la segunda dosis con dos tiempos de espera diferentes. A un grupo de 99, se les pinchó con Pfizer por segunda vez a las tres semanas, el tiempo establecido actualmente en España, Reino Unido y otros países. 73 voluntarios esperaron 12 semanas para el segundo pinchazo y sus anticuerpos, eran, de media, 3,5 veces superiores a los del primer grupo.

Estudio en estado preliminar

“Nuestro estudio demuestra que el pico de anticuerpos generados tras la segunda dosis de Pfizer aumenta considerablemente en gente mayor cuando esa segunda dosis se retrasa hasta las 12 semanas", indica Helen Parry, líder de la investigación.

Sin embargo, el estudio admite que los niveles de respuesta celular – medida en células T, capaces de atacar patógenos externos- alcanzan su pico cuando la inyección se pone antes. El 60% del grupo del intervalo de 3 semanas tuvo esta respuesta a las 2-3 semanas después de la segunda dosis, mientras que solo el 31% tuvo esta respuesta en el grupo del intervalo de 12 semanas pasado el mismo tiempo.

“Nuestros hallazgos pueden ser importantes en el desarrollo de una estrategia global de vacunación con el hecho de que la extensión del intervalo de la segunda dosis de la vacuna en gente mayor puede reducir potencialmente la necesidad de vacunas de refuerzo”, explica Paul Moss, investigador partícipe del estudio de la Universidad de Birmingham. 

El estudio, que será publicado de manera preliminar en el portal medRxiv, ha sido financiado por la Agencia de Investigación e Innovación del Reino Unido (UKRI, por sus siglas en inglés), por el Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR) y apoyado por la Sociedad Británica de Inmunología.

Las compañías Pfizer y BioNtech han asegurado que no tienen estudios similares que avalen esta investigación.