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Las chinches asesinas "colonizan" España

Según un reciente estudio, ha habido una "importante expansión y colonización" en áreas urbanas de estos insectos, cuya picadura puede ser muy dolorosa.

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Las chinches asesinas "colonizan" España
GETTY IMAGES

Durante los últimos años, los Zelus renardii, más conocidos como ‘chinches asesinas’ porque son capaces de matar a otros insectos y vertebrados, han protagonizado una “importante expansión y colonización de zonas urbanas de España peninsular”, según advierten en un informe Adrià Miralles-Núñez, Carlos Pradera y Juan A. Pujol. “En estos entornos se han detectado casos de picaduras en personas, lo cual tiene una implicación para la salud”, añaden sobre estos insectos procedentes de México y el sur de Estados Unidos.

El Zelus renardii es un redúvido heteróptero con las alas parcialmente endurecidas y presenta una boca tipo picador-chupador. Está catalogada como una especie invasora que puede suponer una amenaza a la conservación de la fauna autóctona debido a su alimentación generalista, su alta capacidad de reproducción y dispersión y su adaptación a climas tropicales y templados. “Se ha citado en cultivos como especie beneficiosa, depredando sobre posibles plagas, pero también como perjudicial cuando depreda sobre enemigos naturales”, detalla el informe. En lo que refiere a su aspecto, de color anaranjado, cuenta con seis patas y unas largas antenas

Picaduras muy dolorosas

Tras analizar varios casos de picaduras en humanos, los investigadores concluyen que “se detecta rápidamente la chinche en la parte del cuerpo afectada, por lo que es fácil su recolección y posterior identificación como causante de la picadura”. En este sentido, aseguran que la persona afectada siente “un pinchazo intenso de dolor agudo que se prolonga minutos después”. Asimismo, añaden que, aunque generalmente “el dolor desaparece”, “en algunas personas puede durar horas”. Además, “tras la picadura queda un pequeño eritema que desaparece en los siguientes días”.

Estas picaduras se pueden producir “a cualquier hora del día, tanto en exterior como en interior de viviendas”. Y, aunque casi todas son producidas por adultos, también se ha registrado un caso de picadura por parte de una ninfa. Eso sí, “no se ha registrado que pueda actuar como vector de patógenos que causen algún tipo de enfermedad en humanos”, con lo que las picaduras de estos insectos no supondrían un riesgo serio para la salud de las personas.

Nueve casos en España

Aunque probables, las picaduras a personas no son muy frecuentes. “Se producen cuando estas se encuentran en zonas donde los redúvidos están en número elevado o bien cuando estos entran en viviendas”. Por ello, los expertos aseguran que el peligro se da principalmente “en verano para trabajadores de cultivos infestados con pulgones”, pero “también en invierno, cuando los adultos entran en viviendas cercanas a estos cultivos”.

En España, se han registrado nueve casos desde 2018, según refleja el informe. El primero de ellos, tuvo lugar el 16 de octubre de 2018 en Elche, cuando una ninfa picó a un niño. Desde entonces se han registrado otras ocho picaduras en las provincias de Madrid, Alicante, Cádiz y Valencia. De cara al futuro, los autores del trabajo avisan de que este insecto “puede llegar a ser una especie que cause molestias destacables a personas en zonas urbanas en España”. por el momento, “la especie se está volviendo cada vez más frecuente en toda la zona mediterránea, especialmente en zonas urbanas, pero también agrícolas”.