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El pis de cerdo de una granja catalana da pistas sobre el origen de la vida

Los expertos señalan que no se deben tener únicamente en cuenta las moléculas como el ARN, sino también el contexto geológico y los minerales.

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Lo que el pis de cerdo de una granja catalana nos enseñó sobre el origen de la vida

El responsable de una granja en Maçanet de la Selva (Girona) observó hace nueve años algo muy curioso. Al estar ejecutándose unas obras, había que limpiar una fosa séptica que albergó durante años purines de cerdo. Así, la operación permitió descubrir una gran formación de cristales que tapizaban las paredes de hormigón de la fosa.

Tras este sorprendente hallazgo, el granjero recogió numerosas muestras para que se analizaran en el laboratorio. Los científicos identificaron struvita, fosfato de magnesio y amonio.

Pero la gran incógnita con la que se encontraron los expertos estaba relacionada con la incorporación del fosfato a la evolución química, ya que se cree que pudo ocurrir hace unos 4.200 millones de años, y este elemento pudo desempeñar un papel fundamental. 

El fosfato, clave

Extrapolado al mundo molecular, el fosfato es clave en la comunicación y regulación celular, en el metabolismo y la energía. Asimismo, forma el armazón del ADN y el ARN. Todo ello llevó a pensar a los investigadores que el fosfato tiende a formar minerales muy insolubles y que además es complicado que reaccione con los precursores orgánicos de la vida. 

Los expertos que realizaron este estudio se plantearon la idea de que el fosfato es la forma más abundante de fósforo. En ese sentido, tiende a concentrarse en ambientes volcánicos y forma las tefras de fosfato con minerales como apatitos o merrillita. 

Contexto geológico

Debido a estas características, se llevó a cabo el experimento de "charca de urea" sobre mineral de fosfato, lo que desembocó en la formación de cristales de struvita. De esta forma, en la fosa séptica mencionada, la descomposición de la urea creó las condiciones perfectas para su formación, que es posible en ausencia de vida. Además, la combinación de struvita y urea promueve, entre otros, la formación de los precursores del ARN.

Los procesos químicos que dieron lugar a estos precursores también pudieron cambiar las rocas, estableciendo su meteorización o formando minerales como la estruvita. Por ello, en el origen de la vida no se deben tener únicamente en cuenta las moléculas como el ARN, sino también el contexto geológico y los minerales, ya que ayudan a comprender cómo se generó.