Semanalmente, decenas de miles de personas deciden apostar a la suerte en busca de que la fortuna les acompañe para convertirse en millonarios. Entre los múltiples juegos de azar, uno de los más populares es el Euromillones, que se juega en varios países de Europa.

Una de las opciones habituales a la hora de elegir los números es la de optar siempre por los mismos, confiarlo todo a una serie de cifras que nos acompañan durante gran parte de la vida. Porque imagina si un día dejamos de jugarlos y toca. Sin embargo, es peor apostar a esos números, no validar el billete... ¡Y que toque! Es lo que le ha pasado a una pareja de británicos, que vieron como se le iban de las manos hasta 210 millones de euros con unos números que llevaban usando durante el último mes.

Liam McCrohan y Rachel Kennedy, de 21 y 19 años respectivamente, juegan de forma habitual los números 06, 12, 22, 29 y 33, además del 06 y el 11 en las estrellas. Justo los que salieron en el sorteo del pasado 26 de febrero. Sin embargo, se quedaron con la miel en los labios por un fallo al realizar el pago. Cuando fueron a hacer la apuesta, por internet, la acción no se llegó a completar porque la cuenta de Rachel, en la que se procesaba el pago cada semana, se había quedado sin dinero.

La joven fue la primera en darse cuenta de que los números coincidían y la alegría, como es de esperar, fue tremenda. Llamó a su pareja y a su madre para comunicárselo. Pero cuando llamaron a la organización se dieron de bruces con la cruda realidad: el billete no era válido al no realizarse el pago de la apuesta. ""Cuando tu chica decide no jugar Euromillones... y aparecen los 7 números habituales", compartió Lian en redes sociales.

Cambio de números

Tras el fatal error, la pareja de jóvenes ha confirmado en The Sun que no volverán a apostar a los mismos "números en próximos sorteos. No volveremos a usar esos números. Nunca había ganado nada, tenemos muy mala suerte en estas cosas. Me sentía en la cima del mundo cuando pensaba que habíamos ganado", relata Rachel, que reconoce que ya había encontrado en qué hacer uso del dinero. "Ya tenía en mi cabeza la casa y el coche de mis sueños y, aunque admito que me estaba adelantando, cuando ves la apuesta y ves tus números, no se puede evitar".