CORONAVIRUS

Test anales de la COVID-19: cómo se hacen, qué fiabilidad tienen y cuándo son recomendables

China ha comenzado a realizar este tipo de pruebas a sus ciudadanos al considerarlas más fiables porque el coronavirus permanece más tiempo en las heces.

Test anales de la COVID-19: cómo se hacen, qué fiabilidad tienen y cuándo son recomendables
AYUNTAMIENTO DE LAS ROZAS Europa Press

Hace unos días saltó la noticia de que China estaba realizando test anales a sus ciudadanos para detectar la COVID-19. Algunos expertos, como Li Tongzeng, médico jefe del Hospital You’an de Beijing, mantienen que estas pruebas son más eficaces que las PCR o los antígenos porque el coronavirus puede permanecer más tiempo en el ano o las heces que en las vías respiratorias.

Un documento publicado el 11 de septiembre de 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) daba la razón a Li Tongzeng alegando que las heces o los hisopos rectales dan resultados positivos al detectar el ARN del SARS-CoV-2 en un grupo de pacientes: “Algunos estudios sugieren que esta positividad es prolongada en comparación con las muestras del tracto respiratorio”. También una investigación publicada en la revista British Medical Journal indicaba que la duración del SARS-CoV-2 es mayor en muestras de heces que en muestras respiratorias y de suero.

Por último, otro artículo publicado en Microbiology, Immunology and Infection sostiene que el SARS-CoV-2 puede existir en el tracto gastrointestinal de los niños durante más tiempo que en el sistema respiratorio. Los autores indican que “la eliminación del SARS-CoV-2 en el tracto respiratorio ocurrió dentro de las dos semanas posteriores a la disminución de la fiebre, mientras que el ARN viral permaneció detectable en las heces de pacientes pediátricos durante más de 4 semanas”.

¿Son fiables estas pruebas?

Pese a estas evidencias, hay otros expertos que cuestionan la técnica porque no se ha demostrado su fiabilidad. El principal problema de la prueba anal es que el individuo “probablemente sea positivo bastante después de la negativización en el test de faringe”, según explica Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III, a Maldita Ciencia. “Quizás en China quieren conseguir a toda costa que la transmisión sea igual a cero y para eso están dispuestos a pagar el precio de confinar a todo sujeto con PCR positiva en faringe o heces”, plantea.

Un estudio publicado en la revista The Lancet el pasado mes de noviembre reveló el tiempo durante el que puede estar contagiando una persona infectada con la COVID-19. “En los pacientes con síntomas no graves, su período de infecciosidad podría contarse en cambio como 10 días a partir de la aparición de los síntomas”. En cambio, quienes han sufrido un cuadro grave de la enfermedad quizá pueden contagiar durante más tiempo.

No obstante, dar positivo en una PCR no significa que se siga contagiando, y la prueba anal podría confundir. “Personas que han pasado la enfermedad y llevan varios días sin síntomas probablemente no son ya un foco de contagio a pesar de que sigan dando positivo en PCR. Esta técnica es muy sensible y va a detectar trazas residuales del virus incluso cuando ya no se está multiplicando”, especifica Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Microbiología.

Por su parte, Paul K.S. Chan, director del departamento de Microbiología de la Universidad China de Hong Kong y coautor de una investigación sobre la detección del SARS-CoV-2 en muestras fecales, señala que “en general, la muestra respiratoria sigue siendo una muestra de primera línea que prueba la infección por COVID-19”. No obstante, considera útil la realización de otras pruebas, aunque más que hacer hisopos anales, él aboga por analizar una pequeña cantidad de heces (una nuez). Indica que, en la mayoría de las situaciones, la persona infectada será positiva tanto en la muestra tomada de la garganta como en la muestra de heces, pero “una pequeña proporción de personas infectadas, excretan el virus en las heces durante un período más prolongado. En estos casos, las heces son mejores”.

Funcionamiento del test anal

Los tests anales se realizan insertando un hisopo o bastoncillo en el ano a unos tres o cinco centímetros de profundidad y, rotándolo suavemente, se saca y se coloca en un tubo de muestreo que contiene una solución de conservación de virus, tal y como se explica en la guía para laboratorios traducida por el Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de China.

La viróloga del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Isabel Sola cuenta “la muestra recoge el exudado y restos de células del intestino”. “Si hay infección, incluirá el material genético del virus, que se detecta mediante PCR”, explica.

Puede ser útil en determinadas situaciones

Sola considera que no es aconsejable realizar esta prueba de forma generalizada, ya que “es un procedimiento más invasivo y habría que confirmar que los beneficios de esta toma de muestras en cuanto a sensibilidad y valor predictivo son superiores a los inconvenientes”.

Para Luisa María Botella Cubells, bióloga del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Centro de Investigaciones Científicas (CIB-CSIC) el test “no serviría como prueba diagnóstica de infección activa”, pero sí podría resultar útil “para pacientes que se sabe que han pasado la infección, y confirmar así si ya están libres totalmente de coronavirus”, señala en 20minutos.

Otra utilidad que podría tener es realizarla a aquellas personas “que no toleran en modo alguno la PCR nasofaríngea”, plantea Juan Antonio Pineda, médico en el Hospital de Valme de Sevilla y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), aunque asegura que es “muy raro” que eso ocurra.

También puede ser efectiva en niños y para la población que tiene el SARS-CoV-2 en su tracto intestinal, apunta un estudio publicado en Journal of Infection: “El hecho de que las heces sean una muestra recolectada por uno mismo tiene el potencial de mejorar la identificación de casos en la comunidad, especialmente en el caso de los niños pequeños donde es difícil tomar una muestra respiratoria adecuada en el hogar”.