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El hombre que visitó 43 países en plena pandemia

Nil Cabutí, un ciclista barcelonés, ha recorrido 43 países en bicicleta al tener que modificar un viaje a Singapur que había iniciado cuando comenzó la pandemia.

El hombre que visitó 43 países en plena pandemia
@nilbiketrip2020 Instagram

El 28 de diciembre, el ciclista barcelonés Nil Cabutí concluyó una ruta de 43 países y 25.700 kilómetros en bicicleta. El viaje comenzó en marzo, poco antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase el estado de pandemia en todo el mundo a causa del coronavirus.

Cabutí pretendía cubrir la ruta Barcelona-Singapur cuando las fronteras de los países europeos se cerraron como consecuencia de la pandemia. El ciclista quedó atrapado en Italia sin poder continuar hacia el país asiático, pero decidió intentar una ruta diferente. “Los controles policiales no me paraban. Los policías me miraban pero me dejaban seguir”, explica Cabutí en El País.

Pero no ha sido un camino de rosas, pues las medidas restrictivas en la restauración y en la hostelería han dificultado notablemente el viaje. “Ha habido días que he tenido que comer de la caridad de la gente, porque los supermercados italianos cierran los domingos”, cuenta el ciclista. Por ello, comenzaba las jornadas reservando una habitación en los pocos hoteles que continuaban abiertos.

Ruta europea

El punto clave del viaje fue cuando en ninguno de los 10 puntos fronterizos en Croacia le permitieron el paso. En ese momento cambió su ruta y pudo conocer diferentes formas de gestionar la pandemia y cómo la población reaccionaba ante ellas.

“Los países nórdicos eran puestos como ejemplo de gestión de la pandemia, pero allí parecía que el coronavirus no existía. En Suecia, por ejemplo, los ciudadanos pensaban que el virus era como una gripe que solo afectaba a gente mayor”, explica.

“Puede que influyese que pensaran que su sistema sanitario sería capaz de afrontar la situación”, matiza Cabutí.

Papel de las tecnologías

El barcelonés asegura que la radio e Internet le han servido de mucha ayuda durante su viaje. La primera de ellas le acompañó en un viaje que emprendió solo, mientras que la segunda le permitió salir del paso en muchas ocasiones. “En Bielorrusia nadie habla inglés, así que usé el traductor para entenderme”. Además, la ruta y sus experiencias se encuentran en su cuenta de Instagram.

Ciclista e ingeniero

Cabutí llevaba 7 años trabajando en el extranjero como ingeniero de caminos y deseaba emprender un largo viaje que uniese sus dos pasiones: el turismo y el ciclismo. De hecho, pidió una excedencia en el trabajo para poder cruzar medio mundo en bicicleta.

“Me he perdido muchas cosas. Ámsterdam parecía un pueblo muerto y no he podido ver la parte antropológica del Camino de Santiago. Además, tengo la ruta a Singapur pendiente”, concluye el ciclista.