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El ocaso de Fernando Simón

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha reducido notablemente sus apariciones en los medios de comunicación.

El ocaso de Fernando Simón
EUROPA PRESS/M.FERNÁNDEZ. POOL Europa Press

Fernando Simón no pasa por su mejor momento. Atrás quedaron los tiempos en los que se vendían camisetas con su cara. Según recoge el diario 20 minutos, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias todavía forma parte del selecto núcleo que gestiona la pandemia, pero de cara al público su presencia se ha reducido notablemente. Si antes Simón aparecía casi diariamente en los medios, ahora es Silvia Calzón, secretaria de Estado de Sanidad, quien ha asumido este papel. Ambos se turnan las dos ruedas de prensa semanales en el Ministerio de Sanidad, mientras que es la médico epidemióloga quien concede la gran mayoría de entrevistas.

Sin embargo, algunas fuentes del Ejecutivo niegan Fernando Simón esté en una situación delicada. Lo único que ocurre es que su figura se ha normalizado, afirman. Añaden que quizá está dejando de desempeñar el papel que nunca debió representar: ser el portavoz y cara visible del Gobierno. Moncloa apostó por un experto en la materia para dar explicaciones, mientras que en otros países cercanos esta es la responsabilidad que asumen los propios políticos. Lo que nadie dentro del Gobierno cuestiona es su entrega.

Ídolo de masas

Durante los tres meses de confinamiento que vivió España, Fernando Simón fue uno de los cuatro portavoces que comparecieron diariamente. Después, lo hacía él solo o con Salvador Illa, ministro de Sanidad. Con la mejora de los datos después del aislamiento, los españoles recuperaron el optimismo y el buen humor, siendo Simón partícipe de ese júbilo. Su cercanía en las ruedas de prensa le llevó a ser un auténtico ídolo de masas. Hasta el punto en que se hicieron camisetas, bolsas de playa e incluso grafitis con su cara. Raúl, un hombre de Valencia, fue más allá y se hizo un tatuaje del epidemiólogo, quien se tomó muy bien todas estas acciones. “Es un halago que la gente se preocupe por mí”, expresó durante una comparecencia.

El Gobierno supo sacar partido la buena imagen que tenía gran parte de la población sobre él. Así, le permitieron participar en el programa de radio ‘Buenismo del Bien’ y aparecer en el programa de Jesús Calleja, con quien viajó hasta Mallorca para bucear y escalar. Sin embargo, este último acto supuso más bien un paso atrás para Simón, pues recibió numerosas críticas por conceder esta entrevista cuando España comenzaba a sumergirse en la segunda ola. Se pudo demostrar esto cuando la semana pasada hubo otra entrega de  ‘Planeta Calleja’ sobre el coronavirus desde el Gobierno en la que ya no participó él, sino Salvador Illa y el titular de Ciencia, Pedro Duque.

Rodeado de polémicas

A la participación en el programa de Jesús Calleja, se fueron sumando otras polémicas que han tensado la relación con ciudadanos y médicos españoles en el último tiempo. Siempre ha habido detractores que han criticado a Simón e Illa por la mala gestión de la pandemia, pero es en las últimas semanas cuando se ha detonado la bomba.

Uno de los mayores errores que cometió fue durante una entrevista online con dos reconocidos escaladores, los hermanos Pou, en la que hizo una broma sobre las enfermeras calificada de “sexista y denigrante” y por la que el Consejo General de Enfermería y el Consejo General del Colegio de Médicos pidió su “cese inmediato” por su “incapacidad manifiesta”, pese a que se había disculpado ya. Hace unos días también tuvo pedir perdón tras cargar contra el ministro de Educación británico, Gavin Williamson, por decir que el Reino Unido aprobó antes la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNtech porque, tanto el país como su agencia reguladora, son “mejores” que los demás.

Pese estos infortunios, el Gobierno ha arropado al director del CCAES incondicionalmente. Cuando saltó la polémica de las enfermeras, Illa dijo que Simón era un “servidor público ejemplar”. Sin embargo, parece que el Ejecutivo ha reculado y ha limitado la participación de Simón a las reuniones que se celebren.