CORONAVIRUS

Las estrictas medidas sanitarias de China en comparación con España

Un tuitero madrileño, residente en Shanghai, ha detallado el minucioso protocolo chino, con cuarentenas y monitorización diaria de la temperatura.

Las estrictas medidas sanitarias de China en comparación con España
@Nyscalo TWITTER

Este miércoles, el Ministerio de Salud de China ha notificado 17 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, de los cuales 16 corresponden a contagios procedentes del extranjero. El único positivo local ha sido diagnosticado en la provincia oriental de Anhui. Una incidencia mínima gracias la temprana implantación de unas restricciones extremas.

China albergó el origen de la grave pandemia de la COVID-19, pero también fue el primer lugar que consiguió liberarse del virus. A principios de septiembre, el doctor Zhong Nanshan, una eminencia en China y galardonado con la Medalla de la República por su trabajo durante la pandemia, confirmó el final de esta, asegurando que el país asiático “ha derrotado al actual brote”. Este logro se debió, entre otros muchos aspectos, al cierre completo de sus fronteras. Sin embargo, el 28 de septiembre las volvió a abrir, aunque con un estricto protocolo “para alucinar” que ha desarrollado el usuario Nyscalo en un ‘hilo’ de Twitter, según su propia experiencia.

Este tuitero es de Madrid, pero vive en Shanghai. En septiembre, vino a pasar un tiempo con su familia en la capital madrileña. “Cuando a finales de septiembre hice el camino inverso, lo único que tuve que hacer al llegar a Barajas fue rellenar un formulario... a mano”, cuenta sobre el viaje a nuestro país.

La vuelta fue una odisea

Esta medida contrasta con el regreso a su residencia de China, una auténtica “odisea”. Todo comenzó en España, donde es necesario presentar una PCR con resultado negativo y enviar el informe del test a la Embajada china.Y el desafío continúa en Shanghai. Una vez aterrizados allí, el tuitero cuenta que van sacando del avión a los pasajeros por grupos y el desalojo podía durar hasta dos horas. Mientras, al salir al aeropuerto, se sintió como si estuviera en “otro planeta” porque todos los trabajadores visten el traje protector con mascarilla y pantalla protectora en la cara.

Cuando los viajeros han recogido sus respectivas maletas, a cada uno se le asigna un código QR identificativo y se les realiza una segunda PCR. “Recogida la maleta, nos van separando por grupos para enviarnos a un hotel, donde haremos la cuarentena”. Pese a que la estancia la paga el viajero, no puede elegir el hotel donde hacer la cuarentena, revela. Son lugares “especialmente acondicionados donde al llegar te dan un termómetro y unas pastillas de lejía para que disuelvas las heces antes de tirar de la cadena”.

Riguroso seguimiento

Una vez instalado en el hotel, comienza la cuarentena con un meticuloso seguimiento diario de cada pasajero: “Cada día tienes que enviar a través de un QR tu temperatura corporal, a las 9:00 y a las 2:00. Prohibido dejar la habitación bajo ningún concepto”. Además, en algunas ocasiones los médicos pasan por las puertas realizando pruebas: “El control es total”.

Al residir con su mujer en Shanghai, le dejaron pasar la segunda semana de aislamiento en casa, pero no por ello disminuyó el control. “Acababan de instalar un sensor en la puerta y una cámara de seguridad. Comenzaba a sentirme como Al Capone”, bromeó Nyscalo. El traslado del hotel a su casa fue en furgoneta y, al llegar, dos policías le leyeron sus obligaciones, mientras uno de ellos grababa el proceso.

Durante su última semana en su casa, un médico acudía dos veces al día para medirle la temperatura y, por último, el día 12 de confinamiento, le hicieron la última PCR que dio negativa. Dos días después, pudo recuperar su vida normal.