CORONAVIRUS

La segunda ola llega a Asturias

A pesar de ser todo un ejemplo al comienzo de la pandemia, la comunidad asturiana registra cifras que preocupan al gobierno autonómico.

La segunda ola llega a Asturias

En plena pandemia, Asturias se convirtió en la comunidad autónoma a seguir en cuento a casos de coronavirus. La provincia del norte de España fue todo un ejemplo en cuanto a contención de los casos, en parte, provocado por la Atención Primaria reforzada, la cantidad de PCR que se realizaron en los primeros meses y por unas labores de rastreo eficaces. Tan sólo entre abril y mayo, se realizaron en toda la comunidad 440,34 PCR por cada 100.000 habitantes, casi doblando las cifras nacionales, que se encontraban en 280,69.

Sin embargo, no han podido frenar a tiempo la incidencia de esta segunda ola de coronavirus que atraviesa España. Pese a que la situación en los hospitales se mantiene estable, lo más importante es prevenir ante las cifras tan preocupantes que se han registrado en las últimas semanas. El pasado miércoles, la incidencia de casos de coronavirus se situó en 187 casos por cada 100.000 habitantes, aunque a los pocos días se superaron los 200.

Limitaciones para los próximos 15 días

Es por ello que Asturias ya ha decretado nuevas medidas de restricción para evitar que el coronavirus se extienda más y, lo peor, pueda saturar sus centros sanitarios y camas en las UCI, especialmente teniendo en cuenta que la comunidad cuenta con la población de mayor edad en España y con enfermedades crónicas, fruto de un pasado minero. Así, el Gobierno y la Consejería de Sanidad austriaca, han decretado reducir aforos y reuniones para los próximos 15 días, además de seguir haciendo pruebas PCR. La semana anterior se realizaron hasta 2.379 PCR por 100.000 habitantes, volviendo a superar las cifras nacionales con 1.478.

Una vez más, el sector del ocio será el que se lleve la peor parte. Y es que desde las administraciones advierten que la relajación social y el concepto de ‘nueva normalidad’m les ha llevado a esta aumento de los contagios. Incluso apuntan que no descartan pedir un estado de alarma en caso de ser necesario si la situación no se estabiliza en las próximas semanas. Desde ya, las reuniones están limitadas a seis personas, los bares tendrán que reducir sus aforos y no permitir el consumo en las barras. Sin embargo, en el ámbito cultural, las medidas de distancia y el uso de mascarillas sí han servido para la seguridad de los ciudadanos. “Las medidas son necesarias”, apuntaban dos universitarios, que aprovecharán este autoconfinamiento para estudiar.

"La relajación veraniega está pasando factura"

Con cifras alarmantes que llegaban hasta los 200 casos diarios, Rafael Cofiño, director de Salud Pública, anunciaba que su propósito de cara a diciembre era llegar con menos de 100 casos cada 100.000 habitantes. “No consiste en elegir economía o salud, van de la mano”, recuerda, dejando claro que no le temblará la mano a la hora de aplicar medidas más restrictivas, además de resaltar la labor tan eficaz de los rastreadores de positivos, especialmente los asintomáticos.

Adrián Barbón, Presidente de Asturias, insiste en la necesidad de estas nuevas medidas y pide a la población responsabilidad para volver a las cifras de la primera ola de la pandemia, donde incluso en verano se registraron 25 días sin nuevos contagios. Recalcó que el concepto de ‘nueva normalidad’ no tiene que suponer una “autoconfianza excesiva y relajación”. “No habrá normalidad sin vacuna, prefiero pecar por exceso que por defecto”, añade el presidente. Entre otras opiniones, el epidemiólogo, Daniel López-Acuña, exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud, señala que Austrias “no bajó la guardia” con la pandemia, pero que “la relajación veraniega está pasando factura”.