BEIRUT

Miles de manifestantes llenan las calles de Beirut para protestar contra el Gobierno

Varios diputados han dimitido como respuesta a estas protestas, que han dejado a 172 personas heridas y un policía muerto a causa de los enfrentamientos.

Miles de manifestantes llenan las calles de Beirut para protestar contra el Gobierno
PATRICK BAZ AFP

El dolor por la explosión del pasado martes en Beirut, que ya alcanza los 158 fallecidos y más de 6.000 heridos, se ha convertido en rabia contra el Gobierno. Cerca de 5.000 personas se han reunido este sábado en la Plaza de los Mártires, en el centro de la ciudad y han tomado el Ministerio de Asuntos Exteriores para exigir la dimisión de las autoridades libanesas.

Los manifestantes han bautizado la jornada como el “Día del Juicio” y coreaban lemas como “el pueblo quiere la caída del régimen” o sostenían carteles que decían “váyanse, son todos unos asesinos”. Los asistentes a la convocatoria también lanzaban piedras a las fuerzas de seguridad, mientras estas respondían con gases lacrimógenos. Las imágenes difundidas muestran hogueras en las calles y jóvenes corriendo entre el humo de los gases antidisturbios. Hasta 172 manifestantes han resultado heridos como fruto de este enfrentamiento, mientras que un policía ha fallecido.

Lara Dabu, una universitaria de 21 años, contó a El País que había acudido a la manifestación por la muerte de su amiga Alessandra. “Son para los políticos, que han robado y ahora tienen sangre de inocentes en las manos”, dice Jad Zabour, también veinteañero, sobre las decenas de horcas que han colgado los manifestantes en la plaza.

Varios diputados han respondido a las demandas de los ciudadanos presentando su dimisión. Entre ellos se encuentra Paula Yacoubian, la única independiente de los 128 escaños que componen la cámara. Los diputados de Kataeb, un partido cristiano con tres escaños en el Parlamente libanés, no solo han dimitido, sino que se han sumado a las protestas. “Pasaremos al frente con todos los libaneses honestos por el bien del Líbano, soberano libre e independiente,” ha declarado el presidente del partido, Samil Gemeyel.

Abandono social

La explosión ha hecho mucho daño a una población que ya se encontraba en una situación crítica por la crisis económica, que había hecho perder a la moneda local un 80% de su valor. Como consecuencia, casi la mitad de los habitantes se han quedado al borde de la pobreza. Miles de personas de clase media han visto cómo se esfumaban los ahorros de su vida o han sufrido despidos masivos y escasez de alimentos.

Ahora, con las explosiones, más de 300.000 personas se han quedado sin casa y la mitad de Beirut ha quedado destruida o gravemente perjudicada. El hambre amenaza tras la destrucción del 80% de las reservas de trigo y los daños estimados son de 15.000 millones. "El sentimiento mayoritario no es tristeza, ni enfado, ni desesperación, es abandono. Ya hemos perdido toda esperanza en las personas egoístas, comatosas y, ahora, criminales que nos gobiernan contra nuestra voluntad.", escribe Bassam Osman, médico del hospital de la Universidad Americana de Beirut, que además contó a través de un hilo en Twitter cómo se vivió la explosión en el centro.

El abandono al que hace referencia se debe a que el Estado no interviene para ayudar a solucionar los estragos del siniestro. Son los mismos vecinos lo que reparten comida y agua o acogen en sus hogares a los que se han quedado sin el suyo. Además, grupos de voluntarios son los que se encargan de retirar los escombros de la calle.

Ayuda internacional

Este sábado, el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente libanés, Michel Aoun, hablaron de las necesidades humanitarias, sanitarias y de reconstrucción en el Líbano. Según recoge EFE, un portavoz de la residencia de Dowing Street ha afirmado que “el presidente Aoun le agradeció al Reino Unido por el apoyo prestado hasta ahora, incluido un fondo de emergencia de cinco millones de libras (5,5 millones de euros)". También ha anunciado el acuerdo para trabajar con socios internacionales para garantizar la recuperación.

Turquía, por su parte, ha ofrecido el puerto de Mersin, en el Mediterráneo, hasta que se reconstruya el de Beirut y ha dado asistencia alimentaria y médica. Estados Unidos también ha avanzado que intervendrá donando 14,4 millones de euros como ayuda inicial para el país.