La carrera por el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus continúa y los países siguen posicionándose para que un potencial remedio no les pille con el pie cambiado. Muchos Gobierno ya han adquirido millones de dosis de alguno de los proyectos que se están investigando. Es lo que ha hecho Suiza, que ha anunciado la adquisición de 4,5 millones de la vacuna contra la COVID-19 de la firma estadounidense Moderna.

La vacuna de Moderna es uno de los proyectos más avanzados y actualmente se encuentra en la tercera y última fase de pruebas en seres humanos. Si finaliza con éxito esta etapa, el próximo paso será la fabricación y posterior distribución de un remedio que se espera que acabe con una pandemia que ya ha dejado más de 18 millones de contagios en todo el mundo.

La compra que ha efectuado el Gobierno helvético está condicionada a que la fase 3 de los ensayos tenga éxito. Las autoridades suizas han asignado un presupuesto de 270 millones de euros para completar la adquisición si finalmente se produce. La fabricación, según ha informado, la Oficina Federal de Salud Pública, será realizada por la empresa suiza Lonza, aunque el Ejecutivo trabaja para que la producción se realice en otros laboratorios.

Daría cobertura a una cuarta parte de la población

La vacuna en la que está trabajando Moderna consta de dos dosis para conseguir la deseada inmunización de una persona. Por tanto, los 4,5 millones de dosis que ha adquirido Suiza servirán para suministrárselas a 2,25 millones de habitantes, lo que supone aproximadamente la cuarta parte del país, que cuenta con una población de más de 8 millones.

A pesar del paso dado, Suiza ha pedido cautela, puesto que no están confirmadas aún las vacunas que finalmente tendrán éxito y por tanto serán utilizadas para combatir la pandemia del coronavirus. Como informó esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS), son seis los proyectos de vacuna que más avanzados están. Además de la de Moderna, son la también estadounidense Pfizer, la británica de la Universidad de Oxford, que está desarrollando junto a la farmacéutica AstraZeneca y las tres que está elaborando China. La OMS no considera, entre las más avanzadas, la de Rusia, aunque el Gobierno del país europeo ha anunciado importantes avances los últimos días, incluso ha situado el 12 de agosto como la fecha de registro.