Una de las prioridades de Sanidad es evitar las aglomeraciones. Por ello, recomienda a los estudiantes que se presenten a la EvAU (También se conoce como EBAU o Selectividad) acudir con mascarillas, puesto que será complicado eludir las acumulaciones de personas a la entrada o salida de las aulas donde se realizará la prueba. Aunque para hacerla, se entiende que no será necesario usarla por la distancia que existe habitualmente entre los pupitres de los alumnos.

Fernando Simón plantea su uso en dos escenarios: "A la entrada del examen cuando se tienen que garantizar las medidas de distanciamiento para que previamente a la entrada del examen no haya riesgo de transmisión y también se tienen que garantizar durante el examen. Sin ser experto en educación, cuando hay examen ya hay separación pero tendrá que ser un poco más que lo habitual; el otro aspecto que hay que garantizar es las medidas cuando se espera para entrar con las aglomeraciones que suelen producirse".

Pese a ello, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias aseguró que existen más actores para poder llevar a cabo esta medida: "Esto tiene que proponerlo el Ministerio de Educación y entiendo que nos pidan opinión a Sanidad".

Vuelta a las aulas

La reapertura de los centros educativos no está prevista hasta la Fase 2, cuya fecha de inicio será el 25 de mayo en aquellas comunidades que logren avanzar a dicha etapa. Aunque en principio, sólo volverán a las aulas los alumnos de 4º de la ESO y de 2º de Bachillerato y 2º de Formación Profesional.

Madrid propone que la vuelta de estos estudiantes sea "obligatoria y no voluntaria", de manera que se los pueda examinar de manera presencial. Euskadi también sigue la misma línea que la capital española y considera que hay "tiempo y manera" de preparar las aulas para la vuelta "paulatina" de las clases presenciales de los alumnos de segundo de Bachillerato a partir del próximo 18 de mayo.

Para los más pequeños, está contemplada la apertura de los colegios para acoger a los menores de seis años, aunque los progenitores deberán acreditar que ninguno de ellos se pueden hacer cargo del niño.