A la crisis sanitaria y social a causa del coronavirus le seguirá una de tipo económico. Pese a las grandes y variadas medidas adoptadas para ayudar a las empresas y autónomos durante estas semanas difíciles, cuando acabe el estado de alarma (tiene que ser aprobado para su ampliación por dos semanas más), los distintos sectores económicos del país tardarán un tiempo en recuperarse.

La consultora Deloitte ha realizado unas primeras estimaciones de cómo podría ser ese periodo de recuperación, que se iría hasta finales de año 2020. Unas predicciones en las que estiman que únicamente el sector alimentario tendría un nivel de actividad parecido al del año pasado.

"No es estudio, sino una estimación preliminar: hay poca información y dos datos cambian cada día. También dependerá de las medidas que se tomen" aseguran desde Deloitte. En un webinar presentado a sus clientes, presentan un "escenario optimista" que dividen en tres fases.

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Fase de aislamiento y restricciones

La primera de las fases y en la que nos encontramos ahora mismo. Esta, según estima Deloitte, podría durar hasta finales de mayo o principios de junio, con un grado mayor o menor de restricciones. Con todas las actividades cerradas salvo las esenciales, prácticamente todo se mantiene bajo mínimos salvo el sector alimentario. El sector retail y el restaurantes mantienen su servicio a domicilio.

En el gráfico adjunto se nota el desplome de todas las actividades económicas justo antes de la entrada en vigor del estado de alarma. El único que crece es el de la alimentación, que tiene un fuerte incremento antes de estabilizarse. Prueba de ello fueron las largas colas que se podían en ver en los supermercados.

Fase de estabilización

Tras las restricciones de movimiento la economía del país empezaría de nuevo a funcionar de forma más activa, y de ello se beneficiarían, especialmente, los sectores del ocio y la restauración. El largo periodo de confinamiento y en casa y el buen tiempo del verano hacen de éstos dos sectores que apunten al alza, de igual forma que el comercio.

En esta fase, el comercio, el ocio, los viajes y los hoteles comenzarían a notar un incremento en su actividad, pero todavía sin llegar al punto en el que se encontraban antes del inicio de la crisis del coronavirus. El turismo, más bien, se vería limitado al nacional, quizá con el miedo todavía de salir al extranjero y poder quedar atrapado en otro país en caso de un nuevo brote.

Fase de recuperación

La última de las etapas sería la de la recuperación de todos los sectores económicos, que poco a poco tendrían una actividad acorde a la que tenían antes de la expansión por todo el mundo del COVID-19. Toda esta crisis traería, además, una navidad más austera para la población.