El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ofreció este miércoles algunas novedades respecto a la actuación del Gobierno en el ámbito económico en relación con el brote de coronavirus.

Escrivá dedicó buena parte de su intervención a la situación de los autónomos. En ese ámbito, confirmó el derecho de estos  "a una prestación que llegará al menos a los 950 euros, ya que quedan exentos de sus cotizaciones sociales", y con un mínimo "de 661 euros en el caso de la cotización mínima". Ya se han acogido 50.000 trabajadores por cuenta propia a esa medida, que describió como "una de las más extensas de los países de nuestro entorno".

En el plano empresarial, afirmó que los ERTEs "llevan acompañada una exoneración de las cotizaciones a la Seguridad Social" con el enfoque de reducir "el coste laboral" para que no haya despidos. En el caso de las empresas de mayor dimensión, dicha exoneración llegará "hasta el 75%". Las que no tengan que acudir al ERTE pero vean reducida su actividad de forma significativa tendrán "aplazamientos" en las cuotas.

Respecto a aquellos que no puedan desempeñar su actividad con motivo del confinamiento o de un contagio, se considera que se encuentran "en una baja por accidente laboral" y es la Seguridad Social quien asume los costes de su inactividad. El ministro cifró en 130.000 las bajas de este tipo. 

Renta mínima

Escrivá cerró hablando de migraciones. Afirmó que "los sistemas de acogida se han adaptado a las nuevas circunstancias" y que se están agilizando los procesos para regularizar la situación de aquellos extranjeros que "pueden trabajar en el sector de sanidad". Ya en el turno de preguntas, se refirió a otra importante novedad: que el Gobierno está "comprometido" en la aprobación de un ingreso mínimo vital que ayude en la pérdida de ingresos sufrida por los ciudadanos. La medida, aseguró, se está "estudiando" y "se comunicará cuando esté preparada".