Mr. Pentland

Míster Pentland fue justo lo que la mayoría llevamos dentro: un entrenador. El precursor y más innovador. Este rincón tratará de su gremio. De los inicios, las trayectorias y las anécdotas de sus sucesores. Modestos y profesionales. Españoles y foráneos. De club o seleccionadores. Bienvenido. Pase y tome asiento.

Autor: Alfredo Matilla

MR. PENTLAND

A Zidane y Muñiz, ni con agua hirviendo

La NBA 2017-18 comenzará con los mismos entrenadores que iniciaron la anterior temporada. No ha habido despidos. ¡Sí se puede! Si Gil resucitara...

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A Zidane y Muñiz, ni con agua hirviendo
David Gonzalez DIARIO AS

Siempre es la misma historia a estas alturas de temporada. Ya se ha consolidado mi debilidad por el mundo de los entrenadores en mi círculo más próximo, así que ahora, cada vez que me cruzo con algún lector de este blog, me invita a participar a bocajarro en una encuesta más bien casera: “Mati, ¿Cuál va a ser el primer técnico en ser despedido esta temporada?”. Como si yo fuera Rappel. Siempre soñé con contestar algo así como “amigo, este curso no habrá despidos”, que es tan arriesgado como negar una crisis mundial y tildarla, a lo sumo, de recesión. Pero siempre me han faltado datos para sostener mi deseo. Sin embargo, ahora, por primera vez, he podido darme el capricho de lanzar este mensaje soñado. Por fin hay datos que justifican que el trabajo precario ya se va evaporando. Aunque el origen del movimiento laboral se le haya escapado a Rajoy y haya comenzado a 9.000 kilómetros de distancia. La NBA 2017-18 comenzará con los mismos entrenadores que iniciaron la anterior temporada. No ha habido despidos. ¡Sí se puede! Si Gil resucitara volvería a morirse de un soponcio.

Aun así, la diatriba planteada sobre los entrenadores y las exigencias que ya les atosigan con sólo dos jornadas disputadas, me ha hecho hacer recuento entre nuestros entrenadores en busca del candidato esperado. Y en general, el pronóstico, pese a que muta a amarillento, no está claro. Eusebio ha empezado como un tiro (la Real es líder), Garitano (Leganés), Muñiz (Levantes) y Machín (Girona) están dando la sorpresa, Marcelino ha levantado al Valencia desde su zona cero y tanto Berizzo (Sevilla) como Ziganda (Athletic) han logrado mantener el nivel tras cobrar su herencia. A los grandes les medirá su paso por Europa. Y los más modestos, con sumar, ya van haciendo sus cosas. ¿Lopetegui?, me han llegado a preguntar por haber apoyado a Villar en plena tormenta. Imposible. Fue un error entre mil aciertos. Aunque, eso sí, le hubiera bastado con una llamada privada para agradecerle su confianza o un mensaje tan de moda: “Sé fuerte Ángel”. Los que realmente preocupan en Liga con seis puntos disputados, son los que tienen su casillero a cero. La probabilidad de un despido se centra por tanto en el Celta (Unzúe), Málaga (Míchel), Alavés (Zubeldia), Villarreal (Escribá) y Las Palmas (Márquez).

Hagan sus quinielas. El Celta tiene una plantilla como para no enredarse y no tendrá que jugar ante un grande hasta el 22 de octubre (Atlético). El jeque del Málaga, cuando aparece, le debe más de una a su entrenador, al que ha dejado con una plantilla pelada (se fueron Camacho, Fornals, Sandro…) pese a salvarle con solvencia y sin reconocer que es el principal reclamo para llegar a al récord de socios. Pensar por un segundo en su despido sería una locura. Lo del Alavés, con los fichajes de Bojan y Munir, no parece aún grave. Y lo de Las Palmas, con Remy como gran refuerzo y con Vitolo, Viera y cía, no debería ser preocupante para lograr la salvación. El aire más revuelto corre ahora mismo por el Mediterráneo. Escribá ya está siendo cuestionado. Que, pese a no ser un dato decisivo para su futuro, sí nos hace ponernos a echar cuentas. La temporada pasada, con el curso en marcha, el primer disgusto llegó en la cuarta jornada (Ayestarán). En la anterior, en la octava (Francisco). La fe llegó en la 12-13: el despido se hizo esperar hasta la decimotercera (Pochettino).

El aire más revuelto corre ahora mismo por el Mediterráneo. Escribá ya está siendo cuestionado

Al final, ser despedido algún día es una etapa más de la vida. Nacer, crecer, reproducirse, apuntarse al paro y morir. Sólo unos pocos elegidos con experiencia en Primera no saben lo que es haber sido puestos de patitas en las calle a mitad de la temporada (Machín, novato en Primera, sí). Los dos únicos veteranos de LaLiga que no han sido despedidos sin acabar la campaña se enfrentarán este sábado en el Bernabéu. Zidane, claro está, tiene un cheque en blanco tras haber llevado al Madrid como jugador y entrenador a lo más alto. Será más fácil que se despida él un día a verle despedido. Lo verdaderamente difícil es lo de Muñiz, el mejor entrenador para permanecer y el más adecuado para ascender. Y eso que ha dirigido a equipos al que le sobran los riesgos: Marbella, Málaga, Racing, Dnipro, Alcorcón y en la actualidad al Levante. Del Marbella se fue él a mitad de curso cuando le llegó la llamada del Málaga, adonde se llevó a Apoño. Del Málaga, en la primera etapa, se marchó para crecer en busca de otros objetivos. Del Racing se fue con un buen finiquito al cumplir el primer año de los dos que tenía por consenso con Pernía. Abandonó Ucrania, con Juande, bajo palio. Y se fue del Alcorcón con el deber cumplido.

Aun así, la vida del entrenador no es sencilla ni con los resultados a favor. Muñiz ha sabido apretar los dientes en momentos realmente duros. En su primera era en Málaga, el año del ascenso, vivió una tremenda pitada en plena crisis que casi acaba con sus huesos fuera del club. Fue el día del 4-6 ante el Hércules (2008) por el que tuvo que proteger a su mujer y sus niñas en el coche al salir del estadio ante el enfado popular. El Málaga se ponía tercero pero los insultos fueron lo de menos. En Santander le ocurrió lo mismo por una ambiente turbio alentado por una persecución mediática, así que invitó a sus familiares a quedarse en casa desde entonces para no ser objeto de la ira. Su pecado había sido jugar la previa de la UEFA sin los titulares en un día histórico y, después, dejar al equipo 12º en Primera (techo del club, ahora en 2ª B, desde ese 2009), ser eliminado en Europa por un gol por biscotto en un grupo con el PSG, City y Schalke, y ser apeado en Copa por el Valencia en la prórroga...

Ahora, no llega a Madrid de excursión. Tiene más hambre que experiencia. El Madrid le ha dado la vida en varias ocasiones. Ni la baja de Morales le quita la ilusión de dar la campanada. Como jugador (Sporting, Rayo, Numancia…) logró lo que está al alcance de pocos: el Madrid fue el equipo al que más veces ganó en Primera (5) junto al Alba, Celta y Valladolid. En el banquillo, la última vez que le arrancó un empate fue para sellar la permanencia en su segunda etapa en el Málaga. Con este bagaje se presenta en el Bernabéu el nuevo Muñiz: como el empleado ejemplar, como el incordio del Madrid y, ahora sí, con su familia en la grada.