As de Espadas

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torero con estoque

AZPEITIA

Destaca Alberto Aguilar en una deslucida corrida de Palha

A Alberto Aguilar, que se mostró firme con su primero, le tocó el toro con más opciones del festejo, el quinto, con el que anduvo valiente y muy capaz en una faena entregada.

MUNDOTORO

Destaca Alberto Aguilar en una deslucida corrida de Palha Ampliar
Alberto Aguilar, durante una corrida en Santander. | Esteban Cobo

Decepcionó la tarde en Azpeitia, segunda de la feria, por la deslucida condición de la corrida de Palha, que salvó su tarde con la lidia del quinto toro, el único bueno. Fue ante ese animal cuando Alberto Aguilar firmó lo mejor de la tarde. Faena importante del diestro madrileño ante el que ratificó su momento profesional y todas sus buenas condiciones, excepto la de la espada, que se llevó el triunfo y lo cambió por ovación. Mismo premio -una salida al tercio- obtuvieron Manuel Escribanoy Paco Ureña, muy dispuestos ante sus lotes.

El hondo quinto tuvo raza y temperamento y se movió con emoción, vendiendo cara cada embestida. A su exigente condición le dio réplicaAlberto Aguilar en una faena de buena nota. Muy seguro el torero, muy capaz en todo momento, toreando en los medios, donde condujo y aguantó la embestida en tromba del Palha. En su buen quehacer destacó el toreo al natural, dentro de una labor cuyo único lunar vino en la espada: un pinchazo y una estocada baja se interpusieron entre el madrileño y el triunfo. Toro y torero fueron ovacionados. El castaño segundo, serio y manso a lo largo de la lidia, apenas sí permitió a Alberto Aguilar lucirse en un vibrante saludo a la verónica. Con la muleta el torero madrileño no pudo más que demostrar seriedad y buen oficio con el deslucido Palha.

El tercero tuvo más movilidad pero no ritmo y llevó, además, muy marcadas las querencias a tablas en sus embestidas. Paco Ureña estuvo muy convencido en la cara del toro, sabiendo jugar con esa mansedumbre marcada en una faena afanosa y valiente. Hubo algunos momentos de temple notable en su labor, pero el fallo con la espada dejó todo en silencio tras aviso. Paco Ureña saludó una ovación en el último toro de la tarde, un deslucido y exigente sexto ejemplar de Palha, cuya embestida siempre marcó querencias. La faena de Ureña, fue de mucho querer y darlo todo y el público se lo reconoció.

Manuel Escribano saludó después de estoquear al muy bajo de raza y aplomado cuarto, que no le dio posibilidad ninguna. El de Gerena se lució en un gran tercio de banderillas y después mostró disposición. El primer toro, bien presentado y hondo, tomó un puyazo cumpliendo -si bien a favor de querencia- pero resultó deslucido, por desrazado y protestón, en la muleta de Manuel Escribano. El torero sevillano destacó en banderillas, en especial el tercer par en que citó de rodillas y resolvío con un quiebro. Muleteó con limpieza pero sin opciones de éxito.

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