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Joselito Adame volvió a destacar en su segunda tarde en Las Ventas, donde cortó una oreja en una tarde en la que él y Juan Pablo Sánchez hicieron historia al torear juntos dos mexicanos 60 años después del último paseíllo de dos toreros aztecas en Madrid. Adame se llevó una tarde en la que también se llevó un buen lote, el mejor de una corrida bien presentada de Alcurrucén a excepción del tercero, sin trapío para Madrid. Muy variado en quites -gaoneras, chicuelinas, delantales y lopecinas- haciendo gala de una notable actitud todo el festejo, Joselito toreó con temple y entrega al importante quinto, en una faena notable cuyo único error fue el cierre por manoletinas, impropio para ese toro.

Antes protagonizó una labor de altibajos ante el buen segundo, por la que saludó una ovación. El Cid tuvo una buena actitud frente al buen primero, un toro un poco agarrado al piso pero que tuvo una embestida emocionante, aunque el público no terminó de meterse en la faena del sevillano. El deslucido cuarto no le permitió hacer apenas nada. Juan Pablo Sánchez hizo historia en Las Ventas pero no pudo hacerlo artísticamente. Su primer toro tuvo calidad, pero fue sangrado en exceso en varas, por lo que sólo le duró dos tandas. Al soso y mansote sexto, le extrajo buenos pases pero con un punto de frialdad.