Juan Leal dejó una importante tarjeta de presentación en Acho con el segundo. Este fue un novillo deslucido, complejo, al que lidió con capacidad el francés. Pese a las dificultades del utrero, Leal fue metiéndole poco a poco en su muleta y, también pese a sufrir dos volteretas, consiguió imponerse. El público entró en su seria labor y tras una estocada al segundo intento saludó una ovación.

Abrió feria un novillo colorado que blandeó en los primeros tercios y marcó querencias. Le faltó raza al animal pero Michelito evidenció sitio, que es un novillero hecho, y muleteó lúcido al animal mientras duró. Se demoró con los aceros.