La crisis se lleva a medio balonmano español por delante, pero gracias a los Juegos Olímpicos vamos a tener un par de semanas entretenidas con la parte deportiva, con las dos Selecciones compitiendo al más alto nivel, y con la esperanza de pelear por las medallas en Londres. Quince días con la prima de riesgo relegada a una anécdota, mientras Valero Rivera y Jorge Dueñas dirigen a los nuestros.
De la España masculina siempre se espera que esté en el pelotón de los notables. Tiene tres medallas de bronce, siempre con Demetrio Lozano de protagonista, que esta vez no está, y de cara a los pronosticadores suele estar bien valorada. Los nuestros, además, sin soltarse el pecho, dicen que van con la idea de ganar. Me congratula, porque si a estas alturas dijesen que van tan sólo a disfrutar, mal vamos.
Sin embargo, yo, personalmente, tengo dudas. Posiblemente sea una Selección con lo mejor que tenemos, pero me falta Alberto Entrerríos. Insistiré en ello. ¿Y por qué Alberto? Porque creo que ha demostrado que es el único jugador que en los últimos años ha construido el juego desde su lateral izquierdo, y es un seguro para aprovechar las superioridades. Sinceramente, y antes de empezar el campeonato, creo que presentarse en Londres con una primera línea completa, es un error. Ojalá me equivoque, y Mikel Aguirrezabalaga sea la sorpresa de los Juegos Olímpicos, porque sería una señal magnífica, pero como hay que dar una opinión, esa es la mía: Alberto pudo llegar el mismo día que se lesionó Antonio García, porque ahora mismo hay ciertas limitaciones en ese puesto, y más en ataque. Eso sí, si Valero da con la tecla y la Selección funciona, incluso gracias a la polivalencia de jugar con dos centrales juntos, pues habrá que valorarlo, pero a día de hoy no creo que España tenga opciones al oro por ese lastre.
Las chicas con otra cosa. Estas guerras pueden jugar bien, mal o regular, pero tienes una garra que transmite unas sensaciones de euforia. Una a una no son las mejores, ni las más atléticas, ni posiblemente estén en el siete ideal, pero en una comida con Talant Dujsebaev los dos coincidíamos en que da gusto verlas porque forman un equipo indomable, intenso y ganador. En teoría, no parece un equipo que valga medalla, pero hace cuatro años que la Selección de Jorge Dueñas se salta todas las teorías. Y tampoco van de paseo, como se demostró anoche, que como hoy debutan ante Corea del Sur, las chicas se quedaron sin el premio del desfile, para ir descansadas y estar centradas en el partido, Y yo sé que más de una tenía verdadera ilusión por estar presente en la Ceremonia.
Un éxito sin precedente sería meter a las dos selecciones en las semifinales de los Juegos, que debe ser el primer objetivo de la delegación, que representaría un impulso para la competición doméstica, y más en este momento en el que los mejores están emigrando, aunque a lo mejor esa salida obligada de los más destacados nos beneficia a corto plazo, porque jugar como extranjero tiene un plus de responsabilidad añadida que de alguna manera tiene que influir en una maduración de nuestras estrellas, y se evita el acomodo de jugar en casa y bien arropadas por afición y amigos.
PD.
Me duele que el San Antonio haya tirado la toalla, porque es un club al que tengo cariño; y me asusta que el Ademar y el Cuatro Rayas Valladolid hayan tenido que renunciar a lo que llevaban años construyendo. Todo eso nos depara en teoría una Liga venidera de color azulgrana con permiso de un Atlético de Madrid que, de entrada, parece más limitado, y que con la pérdida de Abalo, además, se queda sin su hombre espectáculo.
