En esta temporada de reivindicación de los jugadores nacionales tras el éxito en el Mundial de Japón ha despertado también el interés por los jóvenes con gran proyección como Ricky Rubio o Fernando San Emeterio. En el Club Baloncesto Murcia hay también un jugador que ha debutado en la ACB tras una carrera de progresión constante: Juanjo Triguero.
El pívot de Gandía ha destacado siempre por su altura y coordinación, al mismo tiempo que su velocidad en el juego –poco habitual en alguien de su envergadura-, aunque siempre se le había achacado ser un tipo conflictivo en sus clubes, aspecto que él mismo reconoce haber cambiado en su llegada al Murcia.
Juanjo Triguero debutó en el equipo de Gandía (LEB 2), del que fue fichado por el Barcelona, que le cedió a La Palma, donde se guarda un buen recuerdo de su paso. No obstante, su mejor época se inició con su fichaje por el Murcia en la liga LEB. Esa temporada 2005-06 fue subcampeón de Europa sub’20, campeón y ‘MVP’ de la Copa del Príncipe, al tiempo que logró el ascenso a la ACB.
Ha debutado esta campaña en la máxima categoría con 23 años y ha mejorado sus números. La pasada temporada hizo unas estadísticas de 272 puntos anotados en 40 encuentros (6.8 p.p.), 227 rebotes capturados (5,7 p.p.) y 135 de valoración MVP (3,4 p.p.). En la presente ha conseguido 94 puntos en 12 encuentros (7,8 p.p.), 70 rebotes (5,8 p.p.) y 139 de valoración MVP (11,5 p.p.).
Lejos de desanimarse al tener que competir con el fichaje estrella de la temporada -Marcus Fizer- o el veterano Kevin Thompson, ha mejorado en sus prestaciones y actitudes. Sus rivales también le han sufrido: en su primer partido dejó a Sitapha Savané en 10 puntos, contra el Barcelona ninguno de sus pívots llegó a los diez puntos y el máximo anotador de la ACB, Will McDonald (Estudiantes), apenas pudo anotar dos canastas en juego cuando se emparejó con el valenciano.
En definitiva, Juanjo Triguero se ha adaptado perfectamente a la máxima categoría y podría convertirse en una de las revelaciones de un Murcia que se encuentra a una sola victoria de los puestos que clasifican a la Copa del Rey. Su concentración en los partidos, sus cualidades físicas (largos brazos, atlético, rápido en la pintura), ambición por mejorar y su conocimiento del juego serán fundamentales para que siga creciendo y en su próxima visita a las ligas de verano de la NBA se le tenga más en cuenta. De momento, disfrutemos de él y veamos si finalmente asume un rol protagonista que le podría llevar incluso a ser el próximo Marc Gasol o Sonseca en la lista de Pepu Hernández.
