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El nuevo Emre Mor: cambio mental y sutil transformación física hacia el éxito

El atacante del Celta ha hecho borrón y cuenta nueva esta temporada en todos los sentidos: ha contratado a un experto en biomecánica y a un coach para tratar de relanzar su carrera en Vigo.

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MIGUEL RIOPA AFP

Tenemos que ir con calma con él. Cuando me dijeron que venía a hacer la pretemporada, todo el mundo me habló muy mal. No encontré una persona que hablara bien de él. Yo soy de dar segundas oportunidades y el año pasado Pione Sisto también venía jugando muy poquito e intenté recuperarlo. Son jugadores diferentes y diferenciales. Hay que intentar comprenderlos, pero siempre desde el principio que lo más importante es el equipo”.

Son palabras del entrenador Óscar García Junyent tras el debut liguero del Celta frente al Eibar e iban referidas al otrora díscolo Emre Mor (23). El jugador turco, aunque nacido en Copenhague (Dinamarca), se ha convertido en la revelación de la temporada del equipo vigués hasta la fecha. Y no precisamente porque se dudara de su capacidad -llegó procedente del Borussia Dortmund en 2017 con la vitola de gran promesa- sino más bien porque su comportamiento e implicación no fueron los deseados.

Pero esta campaña, el Emre Mor que estamos viendo dista mucho de su versión más rebelde y buena parte la culpa la tiene Kim Boye, exfutbolista profesional danés reconvertido a coach que se ha especializado en guiar los pasos de deportistas de primer nivel. Autor del libro ‘Guerrero mental’, Boye parece haber dado con la tecla y el comportamiento y mentalidad mostrados por el turco son hasta la fecha ejemplares.

Y no solo en el terreno mental ha hecho progresos Emre Mor, su preparación física ha cambiado gracias al también danés Mads Tömörkényi, especialista en biomecánica y rendimiento deportivo que ha logrado cambios sutiles en el cuerpo del turco, pero a la vez diferenciales. Aunque la psicología ha vuelto a desempeñar un papel fundamental en la ecuación.

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No recuerdo haber oído hablar de un jugador no deseado en su club y que menos de un mes después se lo considere el jugador más prometedor de la temporada. Emre es un excelente ejemplo de cómo el sistema quiere que todos los humanos quepan en una caja. Y si no encajas en esa caja, no se nos enseña cómo cambiar la forma de la caja, sino que nos rendimos y actuamos con pasividad”, añade el experto en una de sus últimas publicaciones en Instagram, donde muestra parte de la preparación física de su pupilo.

El deporte es el arte de la confianza y la frialdad. Si posee el nivel de habilidad que se requiere para el deporte y se tiene un buen estado físico, aún es necesario el último 50% de resistencia mental. No existe una receta para la resiliencia mental, ya que el cerebro humano es más complejo que el universo y cada cerebro funciona de manera diferente. Pero si uno controla estos tres niveles de rendimiento, no hay otra opción que el éxito. Y este es el desafío que Emre Mor ha decidido abordar”, añade Mads Tömörkényi.

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El profesional en el que ha depositado su confianza el turco también analizó desde el punto de vista biomecánico los cambios a acometer en el cuerpo del futbolista, aunque asegura que el problema en este caso “no era estrictamente físico”.

El estrés psicológico se refleja en el motor físico. Por esa razón la reparación del trauma psicológico se establece en el cuerpo, así como la reparación del dolor físico se establece en la mente. Los problemas de Emre estaban bien reflejados en su cuerpo. Innumerables restricciones inclinaron varias partes del cuerpo en diferentes direcciones. Liberar su cuerpo de estos traumas es lo que le permitió avanzar en su desempeño, recuperación y claridad mental. Emre está afrontando un proceso, aunque claramente ha mejorado y está inmensamente menos estresado”, concluye Mads Tömörkényi.