Uno de los mayores dramas vividos por la irrupción del SARS-CoV-2, más allá de lo miles de fallecidos, ha sido la cantidad de personas que se han visto obligadas a ingresar en la Unidades de Cuidados Intensivos de la totalidad de hospitales repartidos por el territoio español y que a la postre convertía su situación en una larga batalla por su vida.

Pero quienes lograr abandonar la UCI con éxito sufren en muchos casos diversas alteraciones físicas, cognitivas y psicológicas. De hecho, algunos estudios cifran entre un 50 y un 70 por ciento del total de pacientes aquellos que presentan un espectro de signos y síntomas que requieren de una atención multidisciplinar especal.

“La pandemia por el coronavirus que estamos viviendo obliga en muchos casos a largas estancias en UCI y, gracias a la extraordinaria labor de los equipos de personal sanitario, una gran parte de las personas ingresadas logran sobrevivir a la infección por la CIVDI-19. Sin embargo, en muchos casos, el problema llega tras el alta ya que es probable que cuenten con una serie de secuelas que se conocen como síndrome post-UCI casuadas, entre otros motivos por la inmovilización prolongada, el uso intensivo de ventilación mecánica o las altas dosis de corticoides sistémicos”, explica la doctora Carolina Colomer, directora clínica de Vithas NeuroRHB, el servicio de neurorrehabilitación del Hospital Vithas Vigo.

“El síndrome post-UCI se define como un espectro de signos y síntomas que incluyen alteraciones físicas, dominadas por una debilidad muscular marcada; alteraciones cognitivas, principalmente de las funciones ejecutivas; alteraciones psicológicas como ansiedad, depresión, cuadros similares al síndrome de estrés post-traumático y otros signos y síntomas que se han descrito asociados, entre los que destacan fatiga, inmovilidad, respiración entrecortada, fragilidad del cabello, neuropatías periféricas o insomnio”, añade la experta.

Por ello, la doctora Colomer aboga por un “programa específico de tratamiento para personas con síndrome post-UCI a causa de la COVID-19 que necesitan en primer lugar una valoración minuciosa por parte de distintos profesionales de un equipo multidisciplinar”.