Deporte y Vida

EJERCICIO FÍSICO

La importancia de la actividad física durante las primeras semanas de embarazo

Una investigación de la Universidad de Granada concluye que combatir el sedentarismo podría ser una herramienta para regular los cambios complejos a nivel endocrino e inmunometabólico.

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Una nueva investigación de la Universidad de Granada (UGR) refleja la importancia de profundizar en la búsqueda de herramientas que permitan regular los cambios complejos a nivel endocrino e inmunometabólico que padecen las embarazadas sobre todo en las primeras etapas del embarazo y que pueden conducir a complicaciones y consecuencias adversas para el desarrollo del feto y la futura salud de la madre y el niño.

En base a esta circuntancia, en los últimos años se ha abierto un nuevo campo de investigación, centrado en la búsqueda de estrategias que permitan a las mujeres embarazadas regular y mantener dichos mecanismos durante la gestación, fomentando así embarazos con menos complicaciones. Y es aquí donde cobra una especial importancia de reducir el tiempo en conductas sedentarias y aumentar los niveles de actividad física.

Por ello, investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han llevado a cabo un estudio en el que analizan por primera vez la asociación entre el tiempo de sedentarismo y los niveles de actividad física medidos objetivamente, con las concentraciones sistémicas de marcadores glucémicos, lipídicos e inflamatorios, en mujeres embarazas en etapas de gestación temprana (n=50 mujeres embarazadas, con una edad de 33 años, índice de masa corporal 24.2kg/m2, edad gestacional 17 semanas).

Actividad física de intensidad moderada-vigorosa

Y los resultados de la investigación, publicada la revista 'Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports', indican que mayores niveles de actividad física de intensidad moderada-vigorosa, y cumplir con las recomendaciones de actividad física específicas para esta población durante estas primeras semanas de gestación, se asociaron con menores concentraciones de marcadores fisiológicos relacionados con la inflamación, angiogénesis, regulación metabólica, etc..., aunque los investigadores no observaron ninguna relación entre el tiempo de sedentarismo y los niveles de actividad física con los marcadores glucémicos y lipídicos.

“Si futuros estudios de intervención confirman estos resultados en muestras más grandes de mujeres embarazadas, diferentes instituciones sanitarias podrían considerar la implementación de estrategias dirigidas a incrementar los niveles de actividad física (principalmente de intensidad moderada-vigorosa) como herramienta complementaria para controlar el balance entre estas respuestas inmunometabólicas en mujeres embarazas sin disrupciones metabólicas severas”, explican los principales autores del estudio, Pedro Acosta-Manzano y Francisco M. Acosta.