Desde el siglo XX se tiene conocimiento de la relación del deporte y los orgasmos femeninos. Primero fue el investigador Alfred Kinsey, quien en las encuestas que estuvo realizando, el 5 % de las mujeres confesaron que al practica deporte tenían orgamos. Más tarde fue la doctora Debby Herbenick, quien publicó el libro 'The Corgasm Workout', en el que cuenta cómo conseguir que el ejercicio sea 'más placentero'. Descubrió que un 10% de la población había alcanzado un orgasmo haciendo ejercicio.

Estamos hablando del coregasmo, conseguir el orgamos estimulando los abdominales, o la zona del core. Puede conseguirse haciendo ciclismo, en clases de spinning y, en ocasiones, simplemente corriendo tranquilamente. Es algo en la gran mayoría de las veces involuntario pero en otras se puede potenciar.

¿Quién tiene estos orgasmos?

Hombres y mujeres, aunque quienes más lo han referido han sido ellas. En el caso de los hombres no es necesaria la erección y sí hay eyaculación. A las mujeres que disfrutan de estos orgasmos les llega de repente, no hay normalmente una excitación previa.

Los músculos implicados en el coregasmo

Abdominales, por supuesto; suelo pélvico; la zona baja de la espalda, incluso el diafragma. El ritmo constante de los movimientos, en determinada postura, que no tiene por qué ser siempre la misma, activa de repente el cuerpo y se produce el orgasmo.

La rutina de ejercicios que podría favorecer el coregasmo

Para la doctora Herbenick, sí hay una rutina donde fomentar estas sensaciones placenteras: realizar 20 minutos de ejercicio de cardio y, sin hacer descansos, realizar abdominales. Hay en cambio personas que no necesitan los abdominales ni el cardio, y el resultado es el mismo cuando se ponen a realizar running, cuando montan en bicicleta...