Deporte y Vida

HIGIENE DEL SUEÑO

Un sueño de calidad es fundamental para el desarrollo neuronal del niño

El desarrollo físico, emocional, cognitivo y social puede verse afectado por no dormir las horas necesarias o por tener un sueño de mala calidad por lo que es necesario marcar rutinas desde el nacimiento.

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No dormir un número de horas adecuado, la irregularidad de los horarios o la propia calidad del sueño, están detrás del creciente problema que supone para mucha gente no descansar bien y que conlleva determinados problemas de salud como obesidad, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, y otros trastornos metabólicos, así como otros relacionados con aspectos cognitivos.

Pero no solo es preciso cuidar todo lo relacionado con la higiene del sueño en la edad adulta ya que el desarrollo físico, emocional, cognitivo y social puede verse afectado si no se duerme bien desde el nacimiento hasta la adolescencia. “El gran desarrollo neuronal depende en gran medida de las sustancias que se segregan (proteínas, hormonas, etc.) durante el sueño. Por ello, un sueño de mala calidad puede afectar a los niños”, explica el doctor Fernando Baixauli, pediatra del Hospital Vithas Rey Don Jaime, Vithas Virgen del Consuelo y Vithas 9 Octubre.

“Afortunadamente, el niño conforme va madurando, generalmente va superando los problemas más comunes a la hora de dormir, entre ellos los TIMS (Trastornos por Inicio y Mantenimiento del sueño), o las parasomnias, trastornos del sueño que incluyen a las pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo, somniloquia (hablar mientras duerme), los movimientos automáticos o la enuresis (orinarse en la cama). Contratiempos que sin duda afectan a su bienestar e interfieren en su descanso por lo que en determinados casos hace falta generar unas pautas y rutinas que conduzcan hacia buenos hábitos del sueño”, añade.

Pautas en los primeros años

  • Los padres deben establecer rutinas diarias y regular a sus hijos la hora de acostarse.
  • Cuando son bebés, hay que acostarles despiertos en su cuna y con su elemento transicional (peluche, almohada, etc.), para que aprendan a dormirse solos, generar un ritual diario de higiene y alimentación a las mismas horas.
  • Si el niño toma pecho, las tomas nocturnas deben ser más cortas y sin luz ni otros estímulos.
  • Una vez que son más mayores y duermen solos en su habitación el ambiente para conciliar el sueño debe ser tranquilo, silencioso, oscuro y con una temperatura que no supere los 20 grados.
  • Es importante que durante la tarde se eviten bebidas con cafeína, o chocolate y que la actividad física o deportiva del niño no se desarrolle justo en las horas previas a dormir.
  • El uso de la televisión para conciliar el sueño o la exposición de más de dos horas al día a una pantalla, son factores que favorecerán la vigilia.

Adolescencia

El problema del sueño también es recurrente en la adolescencia debido a diversos factores. “El adolescente que no duerme de 8 a 10 horas por la noche, no descansa lo suficiente, está irascible, tiene difícil despertar y menor rendimiento académico (en las primeras horas de clase). Para eso es clave evitar una hora antes de dormir videojuegos, estudio, móvil, internet… y no usar la tele para dormirse, además no debe estar en su habitación, no consumir estimulantes y practicar ejercicio físico regular. El objetivo educacional es sensibilizar al adolescente de la importancia que tiene dormir bien y suficiente”, concluye el doctor Baixauli.