Deporte y Vida

SÍNDROME METABÓLICO

El volumen de ejercicio físico es más importante que el tipo o la intensidad

El volumen de entrenamiento, es decir, la cantidad total de trabajo realizado por un periodo determinado de tiempo, es el principal determinante para lograr mejoras en el síndrome metabólico.

0
síndrome metabólico, obesidad, diabetes, colesterol, hipertensión, salud, ejercicio físico
as.com

El síndrome metabólico es un conjunto de afecciones que se presentan al mismo tiempo y que incluye la obesidad abdominal, la hipertensión, la hiperglucemia, la dislipidemia (triglicéridos elevados en la sangre) y bajo colesterol (HDL) por lo que obviamente tiene importantes implicaciones para la salud ya que a menudo conduce a patologías como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Ahora, un trabajo desarrollado por investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha demostrado que el volumen de entrenamiento, es decir, la cantidad total de trabajo realizado por un periodo determinado de tiempo, es el principal determinante para lograr mejoras en los componentes del síndrome metabólico, por encima de la intensidad y el tipo de ejercicio.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista del Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM, por sus siglas en inglés), son concluyentes. “Se ha demostrado que realizando entrenamiento aeróbico tres días por semana durante un periodo de entre tres y seis meses, se producen reducciones exitosas en los componentes del síndrome metabólico. Sin embargo, continúa el debate sobre el tipo de entrenamiento aeróbico que es más efectivo para revertir y detener su progresión”, destacan los autores, Ricardo Mora y Félix Morales.

Principales hallazgos

La estudio incluyó a 121 individuos, hombres y mujeres de 57 años en bajo estado de forma aeróbica (VO2pico 24 ml·kg-1·min-1) y con obesidad (IMC 32.5 kg/m²), que fueron distribuidos al azar en cuatro grupos al azar. Tres de los grupos completaron cuatro meses de entrenamiento físico, con diferentes programas, mientras que un grupo permaneció sedentario (grupo control).

“Observamos que solo los dos grupos con un mayor tiempo/volumen de entrenamiento (50 y 43 min) mejoraron los componentes del síndrome metabólico por lo que el tipo de entrenamiento (continuo versus interválico) o la intensidad (70% versus 100% de la frecuencia cardiaca máxima) parecen ser de menor importancia para lograr mejoras en la salud personas con sindrome metabólico y bajo estado de forma inicial”, explican los investigadores.

“Los hallazgos simplifican las recomendaciones de ejercicio aeróbico para esta población y ponen de manifiesto la importancia de realizar cualquier tipo entrenamiento que equivalga a un gasto energético semanal por encima de mil kilocalorías. Además, que el entrenamiento continuo sea equivalente en sus efectos para la salud al interválico, hace que el primero sea el adecuado para personas con un sistema cardiovascular deteriorado”, concluyen