La nueva sensación del baloncesto en España se llama Olivier Rioux, tiene 13 años y mide 2.18 metros. Juega en el Real Madrid y, si las lesiones le respetan, le espera una vida deportiva de éxitos.

Pero, los problemas físicos asociados a esta altura también están presentes. Si al crecimiento de un adolescente le acompañan no sólo cambios de altura, hormonales, dolor de articulaciones, a un niño de más de dos metros le esperan otros dolores asociados a esta medida, espalda, tobillos, rodillas...

Preguntamos a un especialista para Deporte y Vida, al doctor Vicente de la Varga, director del Centro Médico CAMDE y miembro de Top Doctors, para conocer de cerca qué puede pasar con Rioux.

“Sin conocer la historia médica del nuevo jugador del Real Madrid que con tan sólo 13 años mide 2,18 metros, podemos deducir, tras observar sus videos jugando en la pista, que se trata de un adolescente con una talla alta constitucional o familiar. Se trata de una variante de la normalidad no patológica relacionada sobre todo con una herencia genética de talla alta. Este hecho se corrobora al tener un hermano que con 15 años tiene una talla similar. Sus padres, ambos, deben tener una altura superior a los dos metros. Esto supone que no es de esperar que tenga problemas de salud diferentes a los que tendría un adolescente alto", nos cuenta.

"Los problemas de salud que suelen presentar los adolescentes de talla alta y que practican deporte de forma frecuente se relacionan sobre todo con la fisiología de un cuerpo en crecimiento. Entre los 12 y los 16 años se produce el mayor crecimiento en altura, con un pico a los 14 años. Este crecimiento ocurre primero en el hueso, sobre todo en los huesos largos, húmero, fémur y tibia, mientras que la musculatura que los rodea se queda temporalmente acortada, adaptándose a la longitud del hueso tras varias semanas", nos explica.

"Este acortamiento temporal ocasiona que la musculatura quede tensa en sus extremos, en sus inserciones, pudiendo causar la inflamación de los relieves óseos a los que se ancla. Es lo que se denomina una epifisitis. Suele ocurrir en los músculos que saltan dos articulaciones como el recto anterior del cuádriceps o los gemelos, ocasionando dolor en ingle, rodilla o talón. Cuanto mayor sea el crecimiento mayor será la tensión, que se verá agravado con la práctica deportiva intensiva. Estas lesiones cesarán cuando el adolescente deje de crecer", añade.

"Tener una talla excesivamente alta para unos estándares normales no supone un mayor riesgo para la salud si el origen es constitucional. La práctica deportiva habitual no le causará más problemas que a un adolescente normal. Con un entrenamiento racional, como seguro que tiene en el Real Madrid, y una nutrición equilibrada, seguro que podremos disfrutar en el futuro de un deportista excepcional”, finaliza.