La llegada de las Navidades es sinónimo de muchas cosas. Viajes, celebraciones y reuniones familiares están a la orden del día. Y la comida y bebida, muy presente. En cantidades industriales. Por ello, es necesario tener mucho cuidado con los excesos que cometemos durante estas fechas porque nuestra salud se puede ver afectada y podemos encontrarnos con la desagradable sorpresa de haber engordado unos cuantos kilos en el trayecto.

La moderación y el sentido común deben guiar nuestros actos. No se trata de que nos privemos absolutamente de todo, pero sí tener un mínimo control sobre nuestra alimentación si no queremos llevarnos disgustos. En este sentido, hay un alimento que deberíamos desterrar de nuestros menús durante las Navidades, aunque también de nuestros hábitos al tratarse de colesterol puro: el foie gras.

"El producto que, sobre todos los demás, debería evitarse siempre que sea posible es el foie gras, ya que es colesterol puro. Básicamente, consiste en un pato al que se ha cebado para que el colesterol y los triglicéridos se acumulen en su hígado. Además, dentro de las vísceras no es especialmente recomendable, ya que por decirlo así, se trata del basurero del organismo. Es uno de los grandes pecados", asegura Aida Cadenas, endocrinóloga de la OSI Barrualde-Galdakao (Vizcaya), en el marco de las jornada 'Encuentros con la Salud', celebrada en Bilbao.

Otros alimentos y bebidas en la lista negra

Aunque no solo el foie gras está en el ojo del huracán ya que otro tipo de alimentos como los dulces deben ver reducido su consumo porque “son verdaderas bombas cuya elaboración se basa en azúcares de absorción rápida (grasas artificiales)” con el perjuicio para la salud que ello supone. También la ingesta de alcohol debe evitarse y, en todo caso, dada la dificultad de hacerlo debido a las fechas, se debe optar por bebidas alcohólicas fermentadas.

Por último, la doctora asegura que hay determinados grupos de población que deben tener especial cuidado durante las navidades como por ejemplo, “los mayores, los diabéticos, las personas con hipertensión, aquellas con colesterol alto o que padezcan problemas con el ácido úrico”.