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ESTILO DE VIDA

8 hábitos que debes desechar cuando llegas a los 30

Entre que las resacas son de dos días, que ya no puedes jugar un torneo de futbito sin entrenar… repasamos los hábitos que debes eliminar para no morir en el intento.

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american pie

No es que estés mayor, que también, sino que la vida que hacías a los 18, por mucho que te guste… ya no es sostenible. ¿Cuántas veces a la semana cenabas pizza y no engordabas ni un gramo? ¿Cuántas veces mientras estudiabas has pedido comida basura y no te dolía ni el estómago? ¿A cuántos torneos 24 horas de fútbol sala te has apuntado y hasta has ganado sin haber entrenado? La vida antes era mejor sí, por eso ahora si no quieres morir en el intento, te recomendamos que elimines de tu vida algunos hábitos que te están perjudicando, aunque lo niegues.

El partido del fin de semana

No es que lo destierres, es que debes entrenar. Sí, y mucho, las lesiones son más complejas, no vomitarás, no tendrás dolor de cuerpo durante semanas y te sentirás mejor cada día. Todos los días algo de ejercicio, y serás capaz de jugar un partido completo.

Deja de fumar

Vale que a los 18 todo era divertido, se llevaba, estaba de moda… pero seguir fumando a partir de los 30, cuando ya sabes todo lo perjudicial que es, y que encima es carísimo… venga, da el cambio, la vida saludable te espera.

Acostarte tarde

Hace años, una década o más, podías ver series, maratones, enlazar películas, y no pasaba nada… llegabas al trabajo, a la facultad, fresco como una lechuga, te enterabas de todo y hasta la noche siguiente no dormías. Ahora… no podrás ni despertarte, te costará hasta coger el coche y cuando llegue la media tarde estarás muerto.

No hacer ejercicio

Mal, muy mal… hace años podías quedar con tus amigos un viernes y el sábado a las 9 estabas en pantalón corto listo para hacer tus mejores pases. Ahora es casi imposible que sin haber entrenado nada aguantes ni el calentamiento. De hecho, ¿te acuerdas de cómo se estira? Es el momento de cuidarse, de darle oxígeno a tu cuerpo y que tus articulaciones estén a pleno rendimiento. Haz ejercicio, dos o tres veces como mínimo a la semana, y notarás la diferencia. Y recuerda, te estás haciendo mayor, no podrás volver jamás a jugar el torneo de frontón de tu pueblo en fiestas si no tienes forma física. Es horrible que te vean vomitar desfondado y que piensen que estás borracho todavía cuando lo que pasa es que no te llega el aire a los pulmones.

Beber vino malo

Vino o cualquier otra bebida. No es que te hayas vuelto un snob, es que el vino de cartón antes era divertido, daba casi igual lo que fuera, porque la vida era loca y la fiesta estaba asegurada. Ahora necesitas algo más cuidado por una regla básica, que no se rompa tu estómago. Sí, ya nada es igual, ni las digestiones ni las bebidas. Beberás menos, pero de más calidad. Y tu estómago, no tu economía, lo agradecerá.

Adiós a las dietas rápidas

Y malas. Recuerda, a los 20 todo vale, todo lo quemas, todo lo malo tu cuerpo lo transforma en energía. A partir de los 30… o haces una dieta en condiciones, o tu cuerpo lo pasará mal. Y puede que incluso tu salud.

No cocinar

Sí, antes era mamá quien cocinaba, o comías en el comedor del trabajo, de la universidad, pero ahora… chico, que no es tan difícil. No hace falta que seas un chef, pero nociones básicas como los productos de temporada, hacer la compra on line, o saber cuándo debes comprar pescado, es clave para que tu estómago no se resienta. Ni tu bolsillo. Un día está bien comer o cenar fuera de casa, pero el placer de cocinar y mejorar va más allá de los beneficios nutricionales. Dale una oportunidad a tu creatividad, libera tu mente, y deja en paz a tu madre que ya bastante tiene. ¿Tienes dos manos, no? Venga, que no sólo hay que ser bueno en el trabajo, sino saber manejar tu casa y tu nevera.

Hablar de la vida

Sí, de la tuya, de cómo te sientes, de tus sueños, de tus proyectos, de tu situación… porque la salud mental hay que cuidarla, decir lo que sientes, lo que quieres es bueno… pero sobre todo, escuchar a los que te rodean para entender lo que ocurre. Porque todo ocurre por algo, y las reacciones son consecuencia de nuestros actos. Tu mente no puede ser rígida, un témpano de hielo ni inmóvil. Todo cambia, adaptarse y modificar, y re soñar, o replantearte la vida es válido, porque sólo tenemos una y debemos ser felices.