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CIENCIA

El número de animales utilizados para investigación se reduce casi a la mitad desde 2009

Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en España se utilizaron 803.000 animales en 2017 para la investigación científica y la docencia.

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La investigación con animales es una tendencia a la baja en España. Eso es al menos lo que se desprende de los datos compartidos por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Desde 2009, año en el que se empezó a cuantificar su número, el uso de animales empleados se ha reducido en un 42,7 por ciento.

Mientras que en 2009 en numero de animales utilizados con fines científicos y docentes asecendió a 1.403.290, en 2017 esa cifra se redujo hasta los 803.000, lo que supone además una disminución del 12,5 por ciento en relación a 2016, año en el que se usaron 917.986 animales. En este sentido, ratones (523.467), peces cebra y otros (85.687), aves de corral (82.107), ratas (56.036), conejos (25.931) cerdos (8.6856) y cobayas (6.747) han sido las especies o grupos de animales más utilizados.

Tipos de investigaciones

En lo que se refiere a los fines de su uso, el ministerio el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente comparte los siguientes datos:

· Investigación básica: 329.493

· Investigación traslacional y aplicada: 281.804

· Utilización reglamentaria y producción rutinaria: 120.273

· Protección del medioambiente natural en interés de la salud o el bienestar de los seres humanos o de los animales: 6.048

· Preservación de especies: 371

· Enseñanza superior o formación para la adquisición, mantenimiento o mejora de las competencias profesionales: 11.785

· Investigaciones forenses: 0

· Mantenimiento de colonias de animales genéticamente alterados, no utilizados en otros procedimientos: 53.202

Así pues, el 41 % de los animales se dedicaron a la investigación básica y el 35 % a la investigación aplicada. Estos datos, en comparación con los de años anteriores, constatan un trasvase de animales desde la investigación básica hacia la aplicada, ya que ya que la básica empleó a la mitad de los animales en 2015 y apenas el 40 % dos años después, mientras que las ciencias aplicadas usaron el 26 % de los animales en 2015 y el 35 % en 2017.

La investigación básica incluye:

1. Estudios de carácter básico, incluida la fisiología.

2. Estudios que tienen por objeto conocer la estructura, el funcionamiento y el comportamiento normales y anormales de los organismos vivos y del medio ambiente (incluidos los estudios básicos en materia de toxicología);

3. Investigaciones y análisis que proporcionan un mejor conocimiento de un individuo, de un fenómeno... (y no una aplicación práctica específica de los resultados).

La investigación traslacional y aplicada incluye la investigación que pretende:

1. La prevención, profilaxis, diagnóstico o tratamiento de enfermedades, mala salud u otras anomalías o sus efectos en los seres humanos, los animales o las plantas.

2. La evaluación, detección, regulación o modificación de las condiciones fisiológicas en los seres humanos, los animales o las plantas.

3. El bienestar de los animales, en particular la mejora de las condiciones de producción de los animales criados con fines agropecuarios.

4. También incluye el desarrollo y la fabricación de productos farmacéuticos, alimentos, piensos y otras sustancias o productos (así como la realización de pruebas para comprobar su calidad, eficacia y seguridad), con cualquiera de los objetivos que se relacinan en los puntos anteriores.