El problema de la obesidad en EEUU se está convirtiendo en un verdadero asunto de Estado que comienza a manifestarse en uno de los orgullos nacionales: el ejército. Y es que, ni los desafíos militares que plantean otras potencias como China o Rusia inquietan tanto a las altas esferas norteamericanas como el hecho de que es la primera vez desde 2005 que el servicio no alcanza sus objetivos de alistamiento para 2018, estipulado en unos 76.500 nuevos reclutas en 2018. Faltan 6.500 soldados y el sobrepeso tiene buena parte de la culpa.

La obesidad es un problema creciente de salud pública en el mundo. Una mala alimentación y el sedentarismo están conduciendo a datos alarmantes que, en el caso de EEUU, están alcanzando cotas insopechadas. "La obesidad ha amenazado durante mucho tiempo la salud de nuestra nación. A medida que la epidemia crece, la obesidad también representa una amenaza para la seguridad de nuestra nación", afirma la ONG Consejo para un Estados Unidos Fuerte.

Datos para la reflexión

Entre los países más poblados, Estados Unidos es líder en obesidad entre niños y jóvenes adultos, con un 13% lo que conduce a un dato concluyente: casi un tercio de los jóvenes estadounidenses tiene demasiado sobrepeso para unirse a las filas. Según el Departamento de Defensa, la obesidad es una de las principales razones por las que un sorprendente 71% de los estadounidenses de entre 17 y 24 años no cumplen con los requisitos para alistarse en el ejército. Otros factores como el uso previo de drogas y la falta de calificaciones académicas también estarían pasando factura a un país que siempre ha presumido de Fuerzas Armadas.

Enfermedades

El problema de la obesidad en EEUU está muy relacionado con su cultura culinaria, pero también con un desinterés creciente por hacer ejercicio. El caso del Ejército no es sino una de las ramificaciones del problema. Una consecuencia. Pero lo verdaderamente preocupante es lo que una inadecuada alimentación y ese sedentarismo producen en la salud de la población: mayor posibilidad de sufrir enfermedades de todo tipo, como diabetes, cardiovasculares e hipertensión o cáncer, y un mayor riesgo de mortalidad.